Juan Ramón Rallo acudió al Foro Económico de El Diario Montañés con el claro pensamiento de que las economías son como el hombre, «capaces de tropezar dos veces con la misma piedra». Este doctor en Economía expuso sus planteamientos liberales en la cita ya habitual de El Diario con la conferencia titulada ‘De la crisis a la recuperación… ¿Y de la recuperación a la crisis?’. El experto trasladó su receta liberal con la que apuntalar el crecimiento económico actual.

«Estamos en una etapa de crecimiento sano pero todo se puede torcer si repetimos errores del pasado», aseguró como tarjeta de presentación. Para el director del Instituto Juan de Mariana el problema pivota en torno al origen de la crisis. «Han sido tres burbujas que se han encadenado», explicó . «La primera, la financiera con el proceso de sobreendeudamiento masivo entre 2002 y 2007. En siete años se triplicó y el endeudamiento empresarial se cuadruplicó. No es que la gente se volviera especialmente avariciosa; fue el Banco Central, que controla el precio del dinero, el que colocó el tipo de interés en mínimos históricos durante casi dos años. Si abaratamos el precio del crédito, la gente se endeuda. Si manipulas los incentivos, la gente responde», añadió.

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«El ladrillo fue la segunda burbuja», continuó. «El boom constructor fue una barbaridad. La demanda estaba siendo cebada por los bajos tipos de interés y gran parte de la economía española pivotaba sobre la gestión crediticia», . Por último, la tercera burbuja fue «la estatal» y a «a los políticos no les interesa que se hable de ella». «En 2009 teníamos un déficit de 110.000 millones de euros. Ahora hemos reducido unos 40.000 con recortes y subidas de impuestos».

En su opinión, «avanzamos hacia un riesgo real en las administraciones públicas». Sin embargo, «la economía ha cambiado la dirección para intentar superar esas tres burbujas». El profesor Rallo ha criticado que lo que hicieron los políticos en primer lugar fue negar la mayor y ocultar lo que estaba sucediendo. «Evidentemente, esta opción fracasa y entonces el Gobierno opta por pagar el agujero de la banca y en 2012 se articula un rescate masivo inyectando unos 60.000 millones de euros», ha afirmado. «No creo que fuera la mejor solución, aunque sí la más sencilla», apostilló.

Su opción era distinta: «Algunos propusimos el rescate desde dentro: hacer pagar a los acreedores el agujero que contribuyeron a crear. Aplicar quitas sobre los acreedores para tapar los agujeros de los bancos sin necesidad de cerrarlos». Lo que Rallo, defensor del liberalismo, no concibe es que «ese sistema se base en privatizar beneficios pero también las deudas. No puede ser lo de quedarse con lo bueno y después no hacerse cargo de los problemas».

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La «buena» reforma laboral

«La reforma laboral es de lo poco bueno que ha hecho el Gobierno», dijo Rallo en la segunda parte de su intervención. «Esta tuvo dos objetivos. Por un lado, abaratar el despido para que las empresas que estaban experimentando una caída pudieran prescindir de parte de su plantilla sin tener que quebrar», ha dicho antes de incidir en que «el objetivo crucial, «nunca reconocido por el Ejecutivo», era bajar los salarios, porque la estructura salarial de la economía española «era la heredada de la burbuja inmobiliaria».

El tercer aspecto de esta reforma, en su opinión, iba destinado «a eliminar el déficit publico». Este experto considera que «ahora estamos en una etapa de crecimiento sana. «Por primera vez en nuestra historia democrática estamos creciendo sin aumentar el endeudamiento». «España exporta más de lo que importa. Lo contrario que durante la burbuja. Crecemos sin endeudarnos y demostrando músculo con otras economías», ha recalcó.

Pero esta buena visión que ha trasladado, no elimina los problemas en el futuro más cercano. «Volvemos a tener riesgos en cada una de estas tres burbujas», recordó.