Los efectos del turismo sobre la sociedad ha centrado la última edición del foro Southern Tourism Meeting (STM), que organiza ABC, y que este martes ha vuelto a ser punto de encuentro para el sector. La jornada, que se ha celebrado en esta ocasión en el auditorio de CaixaForum Sevilla, ha reunido a una amplia representación de la empresa privada y de las administraciones públicas para analizar el impacto que este motor, el más dinámico de la economía andaluza, genera sobre los ciudadanos.
Este observatorio, que cuenta con el patrocinio de CaixaBank, City Expert, CitySightseeing, la Fundación Cruzcampo, Fibes y MA Abogados, se ha convertido en una magnífica herramienta de debate para la toma de decisiones. Fiel la máxima con la que nació, se pretende «pensar hoy el el turismo de mañana», como ha puesto de manifiesto el redactor jefe de ABC de Sevilla Javier Rubio, conductor de la jornada, que ha contado en esta ocasión con la participación de la presidenta del Consejo Mundial de Turismo y Viajes (WTTC), Gloria Guevara.
El órgano que dirige es el mayor lobby internacional del sector, que celebrará el próximo mes de abril su cumbre anual en Sevilla. El evento reunirá a 170 presidentes de multinacionales y más de 600 delegados de operadores de todo el planeta. Precisamente la preparación de la cumbre es motivo para que la máxima responsable de la WTTC visite con regularidad la ciudad y participe en iniciativas como la que organiza periódicamente ABC. Guevara ha agradecido ese esfuerzo en la comunicación y ha compartido con los asistentes los retos «que no problemas», que plantea este crecimiento del sector.
Y uno de ellos es la convivencia entre visitantes y locales. El rápido crecimiento turístico que han experimentado destinos como Sevilla afecta irremediablemente al ciudadano. Por eso es fundamental tanto la planificación a largo plazo como una buena gestión de los recursos. Esa es la receta que propone la presidenta del Consejo Mundial de Viajes para evitar experiencias como la de Venecia o Barcelona, donde se han generado corrientes de turismofobia que han ganado peso en la sociedad. Guevara ha recordado que ese término se acuñó en la ciudad condal y que «está siendo utilizado como arma política».
Afortunadamente, la organización que preside no ve signos de rechazo en la capital andaluza ni siquiera en el resto de la región, donde esta industria sostiene el 13% del PIB. Y eso es porque «han sabido diversificar y han hecho una buena gestión», ha valorado esta experta, que conoce bien los dos ámbitos, pues fue ministra de Turismo en México durante el gobierno de Felipe Calderón (2010-2012) y ha sido consultora de grupos turísticos líderes en Estados Unidos y Latinoamérica.
A esa etapa como gestora pública ha aludido durante su intervención recordando las visitas que hizo a España en 2011 y 2012. «Entonces encontré otro país. Un poco triste, inmerso en lo peor de la crisis y de capa caída, como decimos allá. Pero en 2015 tuve la oportunidad de volver y me impactó el cambio. Pude ver cómo el turismo los ayudó a salir adelante y las medidas que se llevaron a cabo. Sevilla y Andalucía son un ejemplo y han venido creciendo de una forma muy interesante», ha asegurado Guevara.
Ante esta capacidad transformadora que tiene la actividad turística, la presidenta de WTTC ha pedido ser receptivos pues a día de hoy el sector es responsable de un 10,4% del PIB mundial -en Andalucía ese nivel se eleva hasta el 13%- y seguirá creciendo hasta el 11,7%. A lo largo de la próxima década el número de viajeros que se mueven en todo el planeta pasará de los 1,3 billones a los 1,8, un pronóstico «realmente interesante» para tener en cuenta en las planificaciones futuras.
No obstante, es necesario abordar los retos que todo este movimiento genera desde ya, ha planteado Gloria Guevara, tras recordar que «la seguridad, la tecnología y el desarrollo sostenible son las principales preocupaciones del sector». «De aquí a algún tiempo el aeropuerto de Sevilla crecerá en un 100% en número de pasajeros, pero no creo que se vaya a construir otro aeropuerto. Es necesario ser eficientes», ha señalado, haciendo hincapié en la necesidad de implementar nuevos sistemas como la biometría. Este tipo de avances permite reconocer los rostros de los pasajeros ahorrando así el uso de tarjetas de embarque. «Ya lo usan algunos países, lo que permitirá evitar las colas, los retrasos y que el 98% de los viajeros confiables tengan que mostrar varias veces el pasaporte o responder a las mismas preguntas de manera constante».
Otra de las cuestiones es «que el ciudadano sepa lo que le aporta el turismo, porque tal vez no tenga un empleo relacionado directamente con el sector, pero sí de forma indirecta». La ponente ha destacado que uno de cada cinco puestos de trabajo dependen del sector en todo el mundo y, en vista de esa tasa de crecimiento, la proporción puede ir en aumento.
La cumbre de la WTTC
En lo que respecta a la cumbre anual, que tendrá Sevilla como sede a principios de abril, ha destacado que «supondrá una gran oportunidad» para la ciudad, pues conocerán el destino de primera mano los que toman las decisiones. Guevara ha puesto como ejemplo el efecto que ya empieza a experimentar Buenos Aires, la última ciudad anfitriona. Según ha explicado, el directivo de una aerolínea con base en Abu Dabi «quedó tan sorprendido que mandó a su jefe de ruta para analizar los números y establecer una conexión directa». «Estoy convencida de que eso también puede ocurrir aquí», ha asegurado.
Guevara ha estado acompañada en el escenario por el consejero de Turismo de la Junta de Andalucía, Javier Fernández, quien se ha volcado personalmente con la celebración de este evento en la capital andaluza. Él ha sido precisamente el que ha pedido «no hablar de problemas y asumirlos como retos» en el debate sobre el futuro de esta industria.
«La primera vez que se habló de turismo sostenible fue hace quince años y entonces era un apellido testimonial más que real», ha admitido el consejero. No obstante, poco a poco ha ido calando esa forma de gestión «que ha permitido que Andalucía se posicione». En esta tierra «nos hemos planteado el reparto del flujo de turistas todo el año y por todo el territorio, procurando que ningún vecino se sienta turista en su ciudad y que todos los viajeros puedan sentirse como vecinos».
Y parte de ese éxito se lo ha atribuido a la colaboración entre la administración pública y los operadores privados, que han hecho posible que el sector crezca sin generar conflictividad social. También ha destacado la fortaleza de la oferta «con capacidad para complementar cualquier segmento».