El ministro de Energía, Álvaro Nadal, reconoció que el Gobierno se muestra «muy vigilante» con los márgenes de comercialización de productos como los combustibles, después de que el precio del barril de Brent se haya situado por encima de los 76 dólares, marcando niveles que no se veían desde hace más de cuatro años.

Nadal recordó que el departamento que dirige analiza la evolución de los precios «para que reflejen el coste del barril y no otras cosas». En cualquier caso, ha puntualizado que el organismo que tiene «la capacidad de actuar» es la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), aunque el Ejecutivo no ha observado por ahora ninguna distorsión en los precios.

A primera hora de la mañana, la cotización del Brent había caído hasta los 75,5 dólares por barril, una referencia aún elevada después de que su valor se haya incrementado más de un 15% en los cuatro primeros meses del año. Esta subida podría influir en las previsiones macroeconómicas que había calculado el Gobierno para el cuadro macroeconómico de este año en el que fijaba un coste medio del crudo de 67,7 dólares, superado ya ampliamente por el mercado.

Ver galería de imágenes

A pesar de esta diferencia, Álvaro Nadal quiso quitar hierro a esta preocupación porque las previsiones de Economía están hechas en base a las del FMI y la Comisión Europea. Además, ha indicado que el mercado de futuros del petróleo no anticipa grandes subidas con respecto a los precios actuales y a las estimaciones del Gobierno. «Son ajustes de décimas», afirmó.

El petróleo era, hasta ahora, uno de los vientos de cola, junto a la política monetaria de tipos al 0% del BCE; que impulsaban el crecimiento de la economía española, por la elevada dependencia que tiene el país de esta materia prima. Con los precios entre los 30, los 40 y los 50 dólares, los consumidores y las empresas se beneficiaban de un crudo barato, algo que ya está dejando de ocurrir.

Por otra parte, el ministro de Energía instadó al PSOE a apoyar la proposición de ley para tramitar el cierre de centrales eléctricas, como las de carbón o las nucleares, después de la petición de Iberdrola para clausurar sus dos últimas térmicas de carbón en Castilla y León y Asturias, algo a lo que el Gobierno se opone. «Es bueno que se ordene el cierre de centrales», ha afirmado Álvaro Nadal, quien ha indicado que el texto que han llevado a las Cortes «afecta al encarecimiento del precio del a energía y a las comarcas donde estas centrales se ubican» en la actualidad.