Batirse en un desafío cara a cara, combatir el cambio climático, aprender las normas básicas de seguridad vial e incluso inundar de color un lienzo en blanco, pero siempre, eso sí, a pedaladas. Son solo algunas de las propuestas que configuran la agenda de actividades de Bicibizi, la gran fiesta de la bicicleta que se celebró en diversas poblaciones de Gipuzkoa. La plaza Okendo de San Sebastián se convierte durante 48 horas en el principal escenario de la cita que, organizada por EL DIARIO VASCO, la Diputación Foral de Gipuzkoa, el Ente Vasco de Energía (EVE) y el Ayuntamiento de Donostia, vive este año su segunda edición con el fin de concienciar a la ciudadanía sobre la importancia de este medio de transporte, tan saludable como respetuoso con el medio ambiente.
Tras un arranque un tanto tímido a consecuencia de la lluvia que cayó durante la mañana, las actividades atrajeron ayer a multitud de visitanteshasta bien entrada la tarde. Los primeros en romper el hielo fueron los más pequeños de la casa que, ansiosos por disfrutar de los festejos, no pudieron esperar a que las autoridades invitadas cortaran la cinta inaugural. Mientras unos niños realizaban un circuito plagado de señales y conos, otros de menor edad conducían las clásicas bicicletas Moltó por un itinerario trazado a orillas del Urumea. Moviendo los pedales a gran velocidad, las bicicletas estáticas de la zona Ekobike permitían realizar vistosas pinturas, como la que Aiur hacía en verde, azul y negro. «Es muy divertido», admitía.
Los adultos sacaban a relucir su lado más competitivo tomando parte en el denominado Gold Sprint, una carrera de 20 segundos a la que no pudieron resistirse el diputado foral de Juventud, Deportes, Turismo y Cultura, Denis Itxaso, y el alcalde de San Sebastián, Eneko Goia. Fue el socialista quien se impuso en este pulso sobre dos ruedas. También se animaron la diputada de Movilidad, Marisol Garmendia; el diputado de Medio Ambiente, José Ignacio Asensio; el responsable del Ente Vasco de Energía, Iñigo Ansola; y el representante de Giant. Su objetivo no era otro que pedalear para generar energía.
Mayor pericia requería el espacio Pump Truck, un trazado repleto de montículos y otros obstáculos que había de completarse sobre diferentes vehículos sobre ruedas. Otro tanto podía decirse de la carrera Slow Race, en la que el equilibrio es la clave.
La plaza Okendo también ofrecía la oportunidad de participar en un taller para aprender a andar en bici, sin olvidar la invitación a montarse en un modelo eléctrico gracias al stand del Ente Vasco de Energía. En las cercanías del Teatro Victoria Eugenia se habilitaban las carpas de la V Feria de la bicicleta organizada por el consistorio donostiarra, con expositores especializados en la venta de las últimas novedades del sector ciclista. En frente, voluntarios de Kalapie, como Javier, enseñaban a los visitantes cómo reparar un pinchado y una cadena rota, entre otras «habituales» averías.
Spinning y dos marchas
La animación en Bicibizi adquirió cotas máximas por la tarde, cuando un spinning solidario reunió a buen número de aficionados dispuestos a recaudar dinero para la ONG Behar Bidasoa, que ayuda a las familias damnificadas por las inundaciones de Kabuga, en Ruanda. «Las inscripciones se completaron bastante rápido», aseguraban los responsables de esta programación, quienes destacaban la presencia de media docena de integrantes del equipo ciclista Euskadi Murias.
Además de las celebraciones vividas en la capital guipuzcoana, en Tolosa se llevó a cabo una marcha infantil organizada en colaboración con diversos centros escolares de la población. En Zarautz también tuvo lugar una marcha, aunque en este caso, nocturna, y abierta a todas aquellas personas mayores de 14 años de edad que quisieran tomar parte en bicis y patines.