Los profesores deben ser los protagonistas a partir de ahora. Esa es la tesis del consejero de Educación de la Junta de Andalucía, Javier Imbroda, que desgranó en un foro de Diario SUR, tanto las aspiraciones como las carencias de los docentes andaluces, a quienes llamó a liderar los cambios en materia educativa.

En el acto (organizado conjuntamente con la Asociación Nacional de Editores de Libros y Material de Enseñanza y de la Asociación de Editores de Andalucía), el responsable regional fue muy claro en cuanto a la dirección que debe tomar la educación. «La revolución educativa tiene que partir desde los claustros de profesores, no desde la administración. Las verdaderas transformaciones se gestan en las aulas», señaló ante una audiencia que aplaudió con especial agrado todas sus declaraciones, pero ésta de manera especial.

En su criterio, los profesores no deben «acomodarse». «Están obligados a formarse para descubrir el talento de los niños, y no solo a transmitir el conocimiento», apuntó, para insistir en que no basta con la formación inicial porque se está produciendo una «colosal transformación educativa».

En cuanto a esa forma de ver la materia coincidió en gran medida con el presidente de la Asociación Nacional de Editores de Libros y Material de Enseñanza (Anele), José Luis Moyano, que defendió que la educación enriquece la cultura y el espíritu. «Es necesaria para alcanzar mejores niveles de bienestar y crecimiento», argumentó en el discurso de apertura.

Así, relató que su equipo dentro de la Consejería ha estado trabajando justamente en esta cuestión a través de reuniones con los directores de los centros educativos. En estos encuentros aseguró haber transmitido la necesidad de pronunciar «verdades incómodas» en los claustros. «El que tiene la responsabilidad de dirigir debe decir las cosas cosas como son, porque todo el mundo sabe quién da el do de pecho y quién no», sostuvo. A pesar de reconocer que esta actitud puede causar enemistades dentro del propio claustro, Imbroda también fue muy directo en este punto. «No estamos aquí para hacer amigos».

El consejero, que pidió no usar la «excusa» de la falta de medios, puso como ejemplo el nombramiento del mejor profesor del mundo a un docente africano que precisamente no contaba con los mismos recursos que los maestros de los países occidentales. Sobre esta misma cuestión, el responsable de educación recalcó la importancia de la igualdad de oportunidades. «En las desigualdades educativas es donde nacen las desigualdades sociales. Por eso una de nuestras prioridades es atender a los alumnos más vulnerables», aseguró en referencia tanto a los menores con necesidades especiales como a aquellos que viven en las zonas más vulnerables. Sobre estos últimos, pronunció una frase que llamó especialmente la atención. «He conocido centros que más bien parecen correccionales».

Notas de los centros

En cuanto a los anuncios, Imbroda avanzó una serie de cuestiones que se irán aplicando en los próximos meses. Una de ellas es la de facilitar al alumnado que puedan seguir sus estudios al tiempo que compiten en sus deportes. Tras matizar la diferencia entre la actividad física y la propia competición, el titular regional de Educación anunció que se ha mandado una circular a los centro educativos para que promuevan una «conciliación» entre estos alumnos que se encuentran en la élite de algún deporte. Eso es ya una realidad ya. Los centros educativos están obligados a conciliar ambos aspectos. El objetivo es extender también esta medida a las universidades», señaló.

Asimismo, dejó clara su intención de promover la colaboración público-privada. «Queremos cambiar ese modelo de gestión. Por ejemplo, se pueden usar las pistas de los colegios y recabar recursos para sus gastos de funcionamiento. Hay que optimizar al máximo nuestros recursos», ha defendido.

Ya en el turno de preguntas, Imbroda fue preguntado por su interés en dar a conocer los resultados académicos de los diferentes centros; una medida que fue negada por los anteriores gobiernos socialistas. Tras defender «firmemente» la transparencia, el consejero anunció que investigará el motivo por el que no se dan a conocer las notas, y que adoptará las medidas necesarias para que esto cambie en el futuro.

Tras ser cuestionado en varias ocasiones por su opinión sobre la autoridad de los docentes en el aula, el consejero de Educación reconoció que es un problema que no solo ocurre en los centros educativos, sino en otros ámbitos como los hospitales. «El respeto es uno de los valores en peligros de extinción. Éste empieza en las familias y se proyecta; pero aún así vamos a proponer una ley de autoridad. Eso no conquista el respeto, pero es un mensaje muy importante; actuaremos con contundencia», anunció ante los asistentes.

Lejos de considerarlo como un problema grave, Imbroda sí aprovechó el foro para hablar con detenimiento de los comedores escolares, especialmente porque muchas de las preguntas de los presentes iban en esa dirección. A su juicio, este tema este asunto es «complicado y recurrente», pero en ningún caso asumió que la comida no fuera de calidad.