La bicicleta, los pedales, el futuro. Las metáforas suelen ser grandes aliadas del relato político. Pongamos que hablamos de Bizkaia, del territorio que esta semana acoge la entrega de premios de la MTV. «Esto es una rueda permanente. Hay que seguir dando pedales, sin duda», recalcó ayer el diputado general, Unai Rementeria. Tiene muy claro que hay que pensar en grande, que la competencia es sobre todo europea y que el territorio tiene un gran potencial para crecer y seguir vendiéndose al mundo. «Lo del Tour ya lo sabéis…», recordó. No desveló nuevos proyectos, pero sugirió que algún as guarda bajo la manga. La ambición es directamente proporcional a la altura del listón que uno se impone y esto, paradójicamente, puede convertirse en un indeseado efecto bumerán. Las finales de rugby, la Vuelta, la MTV… El listón se llama 2018. El reto en esto de la proyección internacional es titánico, pero el líder jeltzale parece tener las ideas muy claras sabedor, eso sí, de que la línea entre el éxito y el fracaso es demasiado fina.

Rementeria protagonizó el Foro Empresarial Bizkaia EL CORREOLaboral Kutxa. Un acto que contó con una nutrida presencia de la sociedad vizcaína y que fue inaugurado por el presidente del periódico, Enrique de Ybarra, y el de la entidad bancaria, Txomin García. El formato escogido fue un coloquio-entrevista con el director del diario, José Miguel Santamaría, en el que los invitados pudieron realizar sus preguntas al diputado general. Hubo muchas y de todos los colores. También del rojiblanco, cómo no. «No estoy preocupado por nuestras elecciones de mayo como para preocuparme de las de la presidencia del Athletic», bromeó entre las risas de los presentes.

Su mensaje central incidió en la necesidad de «atraer talento», de convencer a expatriados vizcaínos y a profesionales extranjeros de las bondades y la «elevada calidad de vida de nuestro ecosistema». «Nuestra fiscalidad, la buena atención de los servicios públicos… Todo es mejorable, por supuesto, pero nuestro punto de partida es muy bueno. Aquí se vive muy bien», recordó. Como «mejor ejemplo» puso a Miguel Zugaza, también presente, quien en su día decidió tomar el puente aéreo entre la dirección del Museo del Prado y el Museo de Bellas Artes. Respecto a la ampliación de la pinacoteca bilbaína, Remeteria lanzó la pelota al alcalde, Juan Mari Aburto, que se dirigió hacia Zugaza y levantó su pulgar sugiriendo buenas noticias. «Estamos en ello Miguel, ya lo sabes», deslizó el diputado general en tono cómplice.

Tren de Alta Velocidad

Más metáforas. El faro, la luz, la economía. El futuro. Pongamos que hablamos del antiguo rascacielos de BBVA, la nueva Torre Bizkaia. Allí, «a finales de 2019», se va abrir el nuevo Centro Internacional de Emprendimiento que busca ser «un referente» que acoja a las ‘startups’ que «serán las medianas y grandes empresas del futuro». ¿Por qué Abando y no, por ejemplo, Zorrozaurre? «La ubicación es inmejorable. Siempre pasábamos por esa torre que tanto significó y que estaba apagada. Nunca lo hemos dudado. La luz volverá a la nueva Torre Bizkaia. Es un reto realmente bonito que va a salir adelante sí o sí», zanjó contundente.

Entre los grandes argumentos que justifican este emplazamiento, uno destaca sobre el resto: el Tren de Alta Velocidad, el eje vertebrador que está llamado a diseñar el Bilbao del futuro. Y aquí Rementeria se mostró optimista al entender que las muchas dudas políticas generadas en los últimos meses tienen más de ruido que de realidad y se mostró confiado en los buenos resultados de la negociación entre el PNV y el Gobierno central. «No he conocido nunca un nivel de interlocución como el de ahora», aseguró.

Más allá del «ecosistema del emprendimiento» que busca generar en Bizkaia tomando como referencia los sectores energéticos, el de la movilidad sostenible o el gastronómico, se refirió también al grave problema de envejecimiento de la población que sufrirá el País Vasco a medio plazo. Lo tiene claro. Él no ve un problema, o no sólo. Ve una gran oportunidad para crecer en lo empresarial, porque el potencial es bestial. Brutal, como dice un amigo mío», zanjó. Aquí se refirió al Nagusi Intelligence Center (NIC), que se levantará en la capital de la mano del Ayuntamiento de Bilbao y el Gobierno vasco y que busca desarrollar la llamada ‘economía de plata’.

La política no se concibe sin obra pública que inaugurar y Euskadi no es ni mucho menos una isla. «Me hubiera gustado hacer más y mucho antes, pero con la crisis no se podía. Ahora sí toca». En materia de infraestructuras destacó dos faraónicas obras que están llamadas a marcar un antes y un después: el nuevo túnel bajo la ría que descongestionará el puente de Rontegi y la conexión de la Supersur con la AP-68. «En lo referido a la obra pública, debemos tener siempre dos premisas muy claras: hay que poder pagarla y debe mejorar la vida de las personas», reflexionó. En este sentido, recordó que él no entiende las etiquetas de izquierda o derecha, que «sólo sé diferenciarlas en mi ‘body’ (cuerpo)». ¿Y sobre su futuro? ¿Se ve como lehendakari? «Por ahora, sólo soy precandidato para intentar repetir como diputado general», acabó Rementeria.