Digitalizarse, innovar, salir al exterior y diversificarse, retos de las pymes riojanas. El II Foro Pyme La Rioja examinó el pasado 12 de mayo el tejido empresarial riojano y su adaptación a la sociedad presente, pero sobre todo futura.
No hay que tener miedo ni complejos. Las pequeñas y medianas empresas riojanas pueden, y deben, adaptarse a una nueva sociedad globalizada en la que los clientes exigen servicios personalizados y respuestas inmediatas a sus demandas. La digitalización y la innovación son, en consecuencia, dos retos inaplazables que las pymes de la región deben afrontar.
Estos son dos de los desafíos que el tejido empresarial de la comunidad ha de encarar sin demoras, según las conclusiones que se extrajeron del II Foro Pyme La Rioja organizado por el diario La Rioja y Popular. Un encuentro económico en el que se profundizó sobre el proceso de adaptación al que se deben someter no sólo pensando a corto plazo en la sociedad presente sino sobre todo, anticipándose a la futura.
El tejido empresarial riojano está sustentado por la pyme y el 95% de las firmas o no tiene ningún empleado o como mucho cuenta con cinco. Pero la reducida dimensión de sus estructuras no es excusa para inhibirse de esta transformación si el objetivo, y nadie lo cuestiona, es garantizar su continuidad.
Así que otras apuestas en las que se deben embarcar con decisión son la internacionalización (para lo cual es imprescindible cooperar incluso con sus propios competidores) y la diversificación de sus negocios.
Pero otro factor fundamental que jugará a su favor si lo saben gestionar con habilidad es la atracción del talento. No hace falta volverse locos y buscar profesionales fuera de la región. La Rioja es nicho de talento y la universidad y los centros de formación son las incubadoras donde se desarrollan los expertos que precisan las empresas. Por ello, una de las recomendaciones del foro fue que el mundo de la empresa y el mundo de la educación dejen de darse la espalda, establezcan contactos fluidos y permitan a las pymes descubrir a ese profesional que aún se está formando y que encaja perfectamente con sus necesidades.
Sin embargo, no basta sólo con captar el talento, también hay que cuidarlo para evitar su fuga. ¿Cómo? Aprovechando una característica que distingue a las pymes de las multinacionales: su cercanía personal a cada uno de sus trabajadores. Así las empresas deben ser capaces de fijar una relación de confianza con sus trabajadores, hacerles partícipes del negocio, implicarles en todos los procesos, escucharles y respetarles. Y, si en un momento dado, el talento no se puede retener porque a ese profesional al que se le ha dejado crecer le surge una oportunidad de desarrollo en otra compañía siempre se llevará con él el recuerdo de su experiencia profesional en la pyme lo que quizás pueda fructificar en un acuerdo empresarial.
El II Foro Pyme La Rioja contó con la asistencia de 200 empresarios y profesionales riojanos. Este evento tiene vocación de continuidad y los representantes de Popular se mostraron seguros de que habrá nuevas ediciones.