El aeropuerto ya tiene en marcha actuaciones para aumentar su capacidad máxima hasta los 29 millones de viajeros anuales. Serán dos millones más que el tope actual y diez millones por encima de los que se registraron el año pasado. Así lo anunció  el presidente y consejero delegado de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena), Jaime García-Legaz, durante la celebración del foro Lidera Málaga, organizado por SUR, la Diputación Provincial de Málaga y el hotel AC Málaga Palacio.

Ante el debate que se ha generado en la provincia, y particularmente en el sector turístico, sobre el rápido crecimiento del tráfico en las instalaciones aeroportuarias, el presidente abogó por «poner los datos encima de la mesa». Así, según explicó, las actuaciones que están en marcha supondrán el paso de ese horizonte de 27 a 29 millones «con carácter inmediato». Al respecto, recordó que el año pasado se cerró con 18,6, «luego tenemos diez millones de recorrido hasta agotar la capacidad. Tenemos un largo periodo incluso en escenarios muy optimistas, no hay una situación de urgencia por problemas de capacidad», sentenció.

Preguntado por el director de SUR, Manuel Castillo, si al actual ritmo de crecimiento se podría llegar al tope en cinco años, el presidente de Aena recalcó que lo más complicado de acometer es el campo de vuelo (las pistas), algo que en este caso «afortunadamente está resuelto». «Lo difícil es hacer una nueva pista y en Málaga ya está garantizada, por lo que la ampliación necesaria más allá de los 29 millones se tendría que hacer en la capacidad de las terminales. Hay tiempo más que suficiente para planificar la ampliación antes de que esté cerca el momento». Y agregó: «Sería una magnífica noticia que tuviéramos que adelantar la planificación».

Intervención de Jaime García-Legaz

A propósito, García-Legaz reconoció que se ha iniciado ya la revisión del Plan Director, el documento que debe fijar las bases del crecimiento de esta infraestructura a largo plazo, y animó a todos los agentes, instituciones y empresarios a presentar propuestas y alegaciones en este momento, en que puede recoger sugerencias. Al respecto, mostró el compromiso de la compañía a invertir todo lo necesario para que el aeropuerto pueda seguir creciendo. Lo hizo con estas palabras: «A Aena le gusta planificar inversiones porque eso significa que el tráfico crece tanto que hay que adelantar la planificación», pero puntualizó: «Cuando la demanda existe y los argumentos técnicos lo justifican. Hay que invertir lo necesario, no de más, porque perjudica los costes para el tráfico».

En el caso concreto del aeródromo malagueño, anunció que se van a invertir desde ahora hasta el 2021 un total de 124 millones de euros, en elementos tales como balizamiento, pasarelas y equipos de asistencia; aparcamientos; la remodelación del edificio de la terminal Picasso (T-2), que incluye su modernización estética, la renovación de climatización, equipos contra incendios, aseos, etc. El grueso de esta cifra se lo llevarán los nuevos equipos de inspección de equipajes en bodega (56 millones) que se instalarán el año que viene. En lo que se refiere a la mejora de la calidad del servicio, se van a ampliar los filtros de seguridad y se va a crear una entrada específica para familias (con un coste de cinco millones), para reducir las colas. Así como salas de lactancia y la ampliación de la VIP. También se va a renovar y modernizar la hostelería, con 25 locales y 6.500 metros cuadrados. «No son actuaciones espectaculares pero son importantes para garantizar la calidad del servicio».

A ello, añadió una segunda herramienta, como es el Comité de Coordinación Aeroportuaria, que permitirá que las instituciones y los agentes sociales puedan precisar qué tipo de actuaciones hay que acometer con prioridad. La Orden Ministerial de Fomento para su aprobación está en marcha y el presidente adelantó que después de verano estará en condiciones de convocarlo por primera vez. Este órgano también posibilitará, por ejemplo, proponer incentivos para inyectar tráfico con América Latina, que es el área geográfica con el que menos conexiones tiene, con perspectivas sobre todo empresariales.

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Otro debate polémico en el ámbito turístico es el del uso que se hace de la segunda pista. García-Legaz no eludió la cuestión y se remitió a los datos, según los cuáles las jornadas de apertura se han ido incrementado en función de la demanda: empezó con 32 días, luego subió a 88 y llegó hasta los 196 de servicio el año pasado. «Va a estar operativa todo el tiempo que sea necesario, ni un día menos ni un día más. Ojalá tengamos que abrirla los 365 días del año, porque eso significará que el tráfico ha crecido también en la temporada no turística».

Al respecto, deslizó una crítica sobre la politización de las infraestructuras: «Este es un debate técnico en el que los gestores toman las decisiones, y a veces entran en el terreno político. Mantener una pista abierta sin tráfico tiene costes operativos que repercuten en los precios de los billetes y hace daño a la industria turística y al transporte aéreo. Las compañías nos piden que estén operativas cuando se necesitan, y las de Málaga se van a utilizar sin limitación si existe tráfico que lo justifique».

El director de SUR también le preguntó sobre la propuesta (que apoya incluso el alcalde de Sevilla)para que el de Málaga –que el año que viene celebrará su primer centenario– se convierta en el gran centro aeroportuario de Andalucía, conectándolo mediante el AVE con las principales capitales. En respuesta, el presidente de Aena dijo que está «convencido de las ventajas de la intermodalidad» y reconoció que el AVE alimenta el tráfico de los aeropuertos. Al respecto, citó el caso de Cataluña, con el futura enlace de Barcelona y Girona. «Vemos con buenos ojos la conexión del AVE al aeropuerto, y todo lo que signifique mejorar su conectividad».