En una lección magistral de turismo, analizando las incertidumbres del nuevo escenario internacional, las tendencias, los retos, los principales mercados, el poder del cliente y la necesidad de acelerar la transformación digital para acompasarla al ritmo vertiginoso al que evoluciona, el presidente de Exceltur y vicepresidente de Meliá Hotels, Gabriel Escarrer Jaume, se mostró firme y contundente al advertir que «Andalucía urge una nueva clasificación hotelera y un cambio en el marco legal que regula el turismo para ser más competitivos». Escarrer se refirió a la oportunidad única ante la que se encuentra esta Comunidad para establecer el sistema más moderno de Europa.
En el Foro Lidera Málaga, organizado por SUR con la colaboración de CaixaBank, la Diputación y AC Hoteles, el presidente de Exceltur afirmó que «Andalucía tiene una oportunidad única para implantar un sistema basado en la Hotelstars Union (HSU), siguiendo los criterios de Baleares, siendo más flexible y permitiendo adaptar los productos a la nueva demanda, lo que incentivará la inversión hotelera y facilitará una mayor implantación de grupos internacionales». Advirtió de la necesidad de incorporar este sistema, que se aplica en 16 países de Europa, basado en puntos en torno a 200 criterios que ponen el foco en los servicios, experiencias que ofrece el establecimiento al viajero y hasta en la reputación ‘on line’. Pero también consideró clave en estos momentos activar un nuevo marco legal que aporte seguridad jurídica para favorecer el reposicionamiento de destinos pioneros e incentivar inversiones en hoteles que marcaron el inicio de esta industria y que ahora tienen que atender nuevas exigencias.
En este caso, nuevamente puso como ejemplo a la Ley de Turismo de Baleares, en cuya disposición cuarta se fijan medidas que promueven estas estrategias y que han permitido que en estas islas se haya producido un desembolso de 1.800 millones de euros en los últimos seis años en la transformación y adaptación de la oferta hotelera a la actual demanda. «Una cifra similar podría suponer para Andalucía la puesta en marcha de estas regulaciones», dijo para destacar el posicionamiento de la Costa como un destino de turismo de lujo. «Reúne todos los alicientes para ser la Miami de España», dijo para precisar que, frente a otros destinos vacacionales, el malagueño suma al clima, la cultura, la gastronomía o la forma de ser de sus gentes aportando esas experiencias que busca el turista.
De hecho, aseguró que en un año en el que se han dejado sentir los primeros síntomas de desaceleración en destinos vacacionales como Canarias y, también, en Baleares, aunque en menor medida, la provincia malagueña ha tenido una magnífica temporada y registra los mejores resultados. Sin embargo, instó a que «aunque se está haciendo muy bien el trabajo, debe servirnos de aviso lo que está ocurriendo». De ahí, la urgencia en acometer estas reformas y acelerar un proceso que en el caso de la clasificación hotelera en Andalucía se prolonga ya tres legislaturas en las que el borrador del decreto ha ido dando vueltas sin conseguir tomar forma. Todo ello mientras la normativa vigente, de 2004, se muestra obsoleta al marcar las estrellas de un hotel prácticamente en base a las dimensiones de las habitaciones y salas comunes. Con el agravante de que también está por regular los requisitos que debe contar un cinco estrellas y Gran Lujo para conseguir estas máximas distinciones, tras derogarse el decreto que lo regulaba hace más de una década y no haber sido sustituido por otro.
Aunque en la actualidad la Consejería de Turismo trabaja en un nuevo borrador, el presidente de Exceltur apuntó que «hemos visto un último documento de la Junta, pero entendemos que el sistema es demasiado estricto y en contra de la flexibilidad que buscamos y que requieren los nuevos tiempos para competir». Y es que Escarrer puso el foco en el nuevo escenario turístico en el que, además de la amenaza del Brexit y del auge de mercados como Turquía, se constata una doble velocidad entre los destinos urbanos y los vacacionales, se advierte de la necesidad de encarar los retos de la innovación para avanzar en el objetivo principal que es ofrecer al viajero una estancia personalizada e hipersegmentada a la que se llega haciendo uso del Big Data.
A todo ello añadió la llegada de nuevos actores a este sector y la urgencia en establecer unas mismas reglas de juego para los hoteles y para el alquiler vacacional. «O a unos se nos ofrece más flexibilidad o a otros se le endurecen las normas. Tenemos un estudio que advierte que, sólo cumplir la normativa vigente, al hotelero le cuesta 17 euros cada habitación, frente al alquiler vacacional que no tiene que cumplir con nada. Es un sector que viene para quedarse, un modelo necesario, pero que tiene que jugar con las mismas reglas que el sector hotelero», aseguró el vicepresidente de Meliá Hotels para retomar la necesidad de homogeneizar las normativas. «En España hay 17 clasificaciones hoteleras cuando la línea que se marca en Europa es la de la HSU. Esta reforma es clave junto a la de establecer mecanismos como el de la disposición cuarta de la Ley de Turismo de Baleares para elevar la inversión», precisó. En este sentido, hizo referencia a cómo los hoteles que se han modernizado registran mejores resultados, destacando y poniendo como ejemplo, de la colaboración público y privada que debe comandar las actuaciones en turismo, las acometidas por Meliá en los hoteles que tiene en Torremolinos y en los que ha invertido 68 millones en un primer plan de reformas.
Escarrer también puso el dedo en la llaga sobre la necesidad de planificar el desarrollo turístico de los destinos para evitar problemas de saturación y turismofobia. Además de dejar claro que la actual inestabilidad política pasará factura al turismo. «Tengo una gran relación con la ministra del Turismo, que ha hecho un gran esfuerzo en entender los retos. Ha sido positivo, pero con un gobierno en funciones y sin presupuesto esta inestabilidad nos afectará porque llevamos dos años sin reformas de gran calado. Queremos estabilidad y visión a medio plazo», dijo, tras analizar los cambios que está experimentado la demanda, destacando el hecho de que este verano se ha acusado el efecto de las reservas de ultimísima hora, apenas con dos días de antelación, y de la función de jueces que han adquirido los clientes con sus comentarios en portales como Booking o TripAdvisor, si bien matizó que aportan valor añadido. Toda una muestra de la revolución que encara el turismo y a la que no se puede hacer oídos sordos si el reto es ser más competitivo.