La impaciencia ganó, y más con una cámara en la mano y cuatro bodegas para ser inmortalizadas. Algunos de los participantes del VII Rally Fotográfico del Rioja, organizado por Diario LA RIOJA a través de www.lomejordelvinoderioja.com, no esperaron ni a bajar del autobús para desenfundar sus cámaras y disparar. El resto esperó en el asiento el pistoletazo de salida. Los participantes podrán subir sus fotografías hasta el 13 de julio y la entrega de premios tendrá lugar en el Consejo Regulador de la Rioja.
A las 9.45 horas, aproximadamente, los ochenta y cinco participantes, repartidos en dos autobuses, llegaron a Haro. La primera parada fue en La Rioja Alta S.A. Tras un pequeño recorrido por la bodega, los participantes quedaron totalmente libres para poder buscar, y fotografiar, aquellos rincones que les pudieran hacer ganadores.
La relaciones públicas de La Rioja Alta S.A., Belarmina Casado, ejerció de anfitriona y comentó que espera ver en las fotografías el «alma y espíritu» de una «bodega familiar». Para Belarmina, el evento «es una idea fabulosa, porque así podemos dar a conocer nuestra bodega y nuestros vinos».
Bodegas Carlos Moro San Vicente de la Sonsierra: Joven, pero aunando tradición y modernidad
La segunda parada fue en Bodegas Carlos Moro, situadas en San Vicente de la Sonsierra, lugar que según uno de los responsables de la bodega, Ignacio Peral, «es un referente no solo nacional sino internacional en el mundo del vino».
Esta bodega es la primera del grupo Matarromera en La Rioja. Como participante, Mario vino desde Segovia hasta Logroño para este rally. Tiene experiencia en este tipo de eventos: Soria, Palencia, Valladolid, Santoña o Tudela son algunas de las ciudades que están en su lista. Lo que hace diferente este rally de otros, explica, es «el vino, la organización y que el tema sea fijo, por lo que no te tienes que romperte la cabeza». Mario calificó el concurso como «uno de los mejores» a los que ha acudido.
Bodegas Franco-Españolas Logroño: Vino y fotografía, de la mano
La prueba fotográfica continuó en los rincones de Bodegas Franco-Españolas, pero antes los participantes disfrutaron del vino de la bodega y de unos embutidos. La responsable de Enoturismo de la firma logroñesa, Elena Pilo, calificó de «importante» abrir «nuestra bodega y nuestros espacios» a distintos tipos de público, así como «cambiar de contextos», ya que hacer fotografías y beber vino van perfectamente la mano.
«Siempre que son ojos ajenos, el punto de vista es distinto y, muchas veces, encontramos rincones que ni nosotros conocíamos», valoró. Se puso en la piel de los participantes y confesó que ella inmortalizaría la sala de los tinos.
Bodegas Valdemar de Oyón: 125 años, 5 generaciones y una misma familia
La última parada fue en Oyón, en las bodegas Valdemar, cuya responsable de Marketing, Ainara, definió como «bonita» la experiencia para ambas partes. «Es bastante interesante recibir un numeroso grupo de gente deseoso de conocer la cultura del vino y la filosofía de Bodegas Valdemar, que vean las instalaciones, tanto tradicionales como modernas, y todo conjugado con la gastronomía y el vino», afirmó. Ramón, un veterano que ha participado cinco veces en el rally, habló del «ambiente familiar» que hay en el concurso fotográfico y afirmó que «solo con presentar las fotos» se siente satisfecho porque «estas cosas son para «disfrutar».