El piragüismo es un deporte muy sacrificado. Pertenece al grupo de deportes pequeños, minoritarios por falta de popularidad y atención mediática, que no por trabajo y resultados, y es que es el deporte que más medallas olímpicas suma para el comité español. Sin embargo, no es todo lo lustroso que merece. El profesionalismo pasa de puntillas por él, los grandes piragüistas combinan su carrera deportiva con la laboral en la Policía Nacional y sus duros entrenamientos tienen lugar usualmente en lugares recónditos no con las más apacibles condiciones climatológicas, ni el más agradecido de los reconocimientos. Este fin de semana en Murcia tocaba asumir las luces que sus éxitos reclaman a voces.

Y es que la recuperación medioambiental del río Segura la materializan eventos de la talla de la Regata Ciudad de Murcia, que para esta tercera edición iba a presentar la de mayor nivel de cuantas se han celebrado, con más de 700 participantes y una representación del Cuerpo Nacional de Policía que incluía a la gran mayoría de piragüistas que han creado un hueco para su deporte en una parrilla donde parecía no haber sitio para lo que no fuera fútbol y poco más. Las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado no iban a estar solas, y es que nueve provincias españolas también iban a contar con representación en este fin de semana dedicado a las piraguas.

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Superada la jornada de toma de contacto del sábado, donde hubo lugar para las competiciones amateurs, alguna que otra sorpresa -como la victoria del Club Murcia Remo sobre una tripulación de la Policía Nacional en una carrera de barcos dragón- y para que saltaran al agua las categorías inferiores durante la tarde, desde prebenjamines (7 y 8 años) hasta cadetes, el domingo era el gran día de la Regata.

Aranjuez domina en los clubes

Como en el sábado, la Regata escogía un guion de paulatina subida de interés en sus competiciones, y las primeros en subirse a las piraguas y dar las primeras paladas al Segura eran los participantes en edad juvenil, sub-23 y veterano, también en categoría femenina, donde la Policía no contaba con representación. Sin esta competición, el gran dominador no fue otro que el Club Escuela de Piragüismo de Aranjuez, uno de los más prestigiosos de España, destacando con un pódium completo en C1 sub-23 y 10.437 puntos totales, además de unos Mar Menor y Cuenca con Carácter que también obtuvieron unos muy meritorios resultados.

Hernanz cumple con los pronósticos

Lo avisaba su compañero Álvaro Fernández Fiuza: Javier Hernanz era el que más en forma llegaba a la prueba y el gran favorito para quedar en primera posición en los kayaks, tanto individuales como por equipos. Y el piragüista olímpico no defraudó. Suyo fue el K1, una de las carreras que más atención generan, en una recta final muy ajustada con Adrián Martín y Jorge Rodríguez, del Aranjuez, y más tarde el K4 con una embarcación que completaban sus compañeros policías Fernández Fiuza, Antonio Palmas y Carlos Pérez Rial, más conocido como ‘Perucho’, también seguidos de cerca por los del sur de Madrid y un tercer kayak de la Policía.

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Estrellas en la tierra

El Cuerpo Nacional de Policía era el gran responsable del aumento de nivel, y su consiguiente interés, de esta III Regata Ciudad de Murcia. Ser piragüista y policía parece una combinación que no tiene diferente resultado al éxito, “pero al final te quedas con los valores por encima de los títulos”, decía Fernández Fiuza a este periódico el viernes. En el deporte, donde a veces la cantidad de reconocimientos supone una relación inversamente proporcional al grado de humildad y sencillez del atleta, el piragüismo confirmó este fin de semana en Murcia su característica nobleza, pues fue una constante ver a los grandes medallistas españoles los primeros en trasladar canoas, kayaks y diferente tipo de material de un lado a otro al tiempo que atendían con la sencillez que sus currículos no tienen a las jóvenes promesas congregadas en esta Regata, ya fuera para charlar o posar para más de una y de dos fotografías, en una oportunidad única para compartir una jornada deportiva con sus grandes ídolos.

El escenario de tal unión, el río Segura de Murcia, un marco hace pocos años impensable para acoger un evento de estas características. El piragüismo está echando raíces en Murcia. Y sus semillas no han podido ser de mayor calidad.