Pocas certidumbres y muchas incógnitas y sobre todo vértigo. Vértigo ante un mercado laboral cambiante, con empleos que se van reinventando prácticamente a cada minuto, «pero el futuro está en vuestras manos, por eso no hay que tenerle miedo ni al primer puesto de trabajo ni a los que vendrán después».

Estas son algunas de las ideas que ayer planearon en la II Jornada de Empleo y Juventud, Gazte UP, organizada por El DIARIO VASCO, con el apoyo del Gobierno Vasco, la Diputación de Gipuzkoa, la UPV, Deusto Business Alumni y Tecnun, que se desarrolló en el Aquarium donostiarra. Una jornada que contó con un elenco de invitados, especialistas en la materia, pero en la que los verdaderos protagonistas fueron los jóvenes que abarrotaron el auditorium, muchos de ellos a punto de licenciarse y por lo tanto de dar el salto hacia el mundo laboral.

La jornada la inauguró la consejera de Empleo y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, y posteriormente intervino el presidente del Aquarium, José Ignacio Espel, quien animó a los jóvenes a no quedarse en el curriculum, «sino a mostrar empatía, a congeniar, a convivir con los compañeros. Seréis buenos profesionales si cultiváis mucho la empatía», remarcaba. También les dejó otra idea: «No os olvidéis que fracasaréis, pero levantaros. Un fracaso enseña».

Pero los jóvenes adquirieron protagonismo desde el minuto uno, ya que en la primera mesa redonda participaron dos estudiantes de Tecnun que están a punto de acabar un máster tras licenciarse en ingeniería: Borja Apaolaza y Nacho Pérez. Junto a ellos, el viceconsejero de Empleo y Juventud del Gobierno Vasco, Marcos Muro; el director general de Promoción Económica de la Diputación de Gipuzkoa, Antton Tomasena, y la responsable del área de innovación social de Novia Salcedo Fundación, Ana Díaz. Un coloquio que estuvo moderado por Lourdes Pérez.

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Para romper el hielo los expertos contaron su primera experiencia laboral. En el caso de Marcos Muro, con estudios de Derecho, se inició en el Ayuntamiento de Lapuebla de Labarca, fichado por el alcalde, para elaborar un informe con el que tener una base jurídica que diera pie a una nueva solicitud de desanexión.

Ana Díaz fue la primera que usó ayer la palabra ‘vértigo’ a la hora de abordar el mercado laboral. Tras realizar estudios de Psicología Social, el primer contacto lo tuvo con 32 años. Y es que al acabar la carrera, hizo un doctorado, después se fue a Alemania con una beca Erasmus, donde permaneció tres años dando clases de español, trabajando de camarera y de auxiliar de investigación en la Universidad de Münster. «Volví a España creyendo que me iba a comer el mundo, pero me pilló la crisis de los 90 y me tuve que rehacer. Así fue como me introduje en la reorientación laboral y entré con una beca en Novia Salcedo». Ana defendió el sistema de becas para entrar en el mercado laboral, «siempre que no se pervierta y esté bien regulado».

En el caso de Antton Tomasena, desde los diecinueve años estuvo combinando estudios con trabajo, hasta los 49, «porque nunca he dejado de formarme». Estudió FP, luego fue a la universidad y los fines de semana trabajaba en una papelera. Y una vez licenciado se introdujo en el mundo de las consultorías en varias empresas, hasta dar posteriormente el salto a la administración.

Borja cogió el hilo de su argumentación para señalar que le daba envidia por seguir aprendiendo. «Mi expectativa es seguir aprendiendo para encontrar lo que me gusta, porque no sabemos muy bien lo que nos gusta. Estoy planteándome entrar en una multinacional para salir fuera, aunque prefiero quedarme más cerca si es posible». Y es que al igual que Nacho, se decidió por los estudios de ingeniería por tradición familiar. Nacho volvió a mencionar la palabra ‘vértigo’. «Tantos años formándote y no sabes muy bien por dónde dar ese salto al mundo laboral». En su caso no le preocupa la movilidad internacional e incluso está pensando en irse a trabajar a Japón con una beca durante varios meses.

Aprovechar las redes

Ana Díaz quitó hierro a esa falta de vocación, porque indicó que «se va descubriendo dentro de uno mismo». Pero sobre todo les conminó a «aprovechar las redes, es decir, los prácticas, las becas, la movilidad, los profesores con los que hablabais…». Por su parte, Marcos Muro les animó diciendo que deben pensar que «lo mejor está por llegar».

Respecto a la transformación del mercado laboral, Ana Díaz dejó claro que «estamos en un momento histórico de cambio total, incluida la propia concepción del trabajo». Tomasena defendió el empleo de calidad, al igual que Muro. Y dejó otra idea: «El valor profesional es igual a conocimiento más experiencia y la actitud, que multiplica por cero o por cien».

Borja y Nacho apuntaron que no buscan de entrada un trabajo estable, que no tienen miedo a la rotación. Al respecto, Muro dijo que solo el 7% de los que salen fuera lo hacen porque no encuentran trabajo aquí, mientras Ana Díaz recalcó el valor que le dan los jóvenes a trabajar en empresas que cuidan a las personas.