Ramón Gorriarán (así, por su segundo apellido, era conocido en la profesión) falleció a los 66 años tras no poder superar un cáncer contra el que estaba luchando desde el mes de junio.
Gorriarán era un todoterreno de la información política, congresistas y senadores de todos los partidos. Llevaba casi dos décadas desempeñando la jefatura de la sección de Política de la Agencia Colpisa, a cuya plantilla se incorporó hace más de 26 años.
Licenciado en Historia por la Universidad de Deusto, era un extraordinario cronista político, muy considerado entre los más veteranos periodistas parlamentarios, y también entre los más jóvenes, que veían en él un ejemplo de insobornable independencia y claridad en sus informaciones, a las que siempre aportaba un contexto que las acercaba a los lectores, tanto a los más avezados como a los menos fogueados con la compleja información parlamentaria, del Gobierno y de los partidos.
Con apenas 30 años recorrió como ‘freelance’ la convulsa América Latina de los años 80 enviando sus crónicas a periódicos y agencias españolas. Sus vínculos con aquellas tierras nunca desaparecieron y siempre levantaba la mano para cubrir las cumbres iberoamericanas.
Más tarde se incorporó a la redacción fundacional del desaparecido diario ‘El Sol’. Su cierre no detuvo su carrera profesional, que durante los años posteriores trabajó como corresponsal político en Madrid de ‘El Correo’ y ‘El Diario Vasco’. En 1997 entró a formar parte de la Agencia Colpisa, a las órdenes de Susana Olmo.
Gorriarán era un sabio y cronista juicioso. Tenía una pasión extrema por lo que hacía y una capacidad de trabajo infinita que nunca mermó en sus más de 40 años al pie del cañón. La profesión y todos sus compañeros de Vocento le echaremos mucho de menos.