Cinco corresponsales de Vocento se reunieron ayer en la sede del grupo para debatir sobre el periodismo en tiempos de posverdad y sobre el poder que tienen las redes sociales en la distribución de la información. Lo hicieron en el ‘Foro Corresponsales’, evento que cerró los actos por el 15 aniversario del grupo.
“Empezamos nuestro aniversario con periodismo y acabamos con periodismo”, dijo en la inauguración del Foro el director general de Comunicación y Relaciones Institucionales de Vocento, Óscar Campillo, quien se refirió a los corresponsales como “nuestros ojos en el mundo y la voz de Vocento para nuestros lectores”.
Los medios que hoy constituyen Vocento llevan más de siglo y medio relatando la historia del mundo en tiempo real y acercando a sus lectores la realidad que permiten comprender los grandes acontecimientos internacionales. Junto a Juan Pedro Quiñonero, corresponsal en París y moderador del Foro, ofrecieron sus puntos de vista y relataron sus experiencias los corresponsales de ABC en Nueva York y Pekín, Javier Ansorena y Pablo M. Díez, respectivamente, y los de los regionales de Vocento en Moscú y Nueva York, Rafael Mañueco y Mercedes Gallego.
Según Quiñonero, el periodismo actual es tributario de “una herencia” que, generación a generación, se va tratando de mejorar. Pero a su juicio, “la sobredosis de información crea desinformación” y la revolución tecnológica y la competencia obligan en la actualidad a trabajar “muy rápido” y “ser lo más informativo posible”.
“Nuestro papel entre todo este ruido es preservar la serenidad”, corroboró Mercedes Gallego. “Nuestra obligación es hacer interesante lo importante sin caer en el sensacionalismo”, continuó. Gallego relató cómo lidia todos los días con la desinformación de la Casa Blanca: “El trabajo se ha complicado mucho porque antes era inconcebible que un presidente de Estados Unidos mintiera”. Las mentiras, cree Gallego, generan la polarización de la sociedad civil, partida por la mitad entre partidarios y detractores. “Y en ese punto, los periodistas debemos salir de nuestra burbuja para entender qué ocurre realmente y transmitirlo”, añadió Javier Ansorena.
Para Ansorena, pese a que la información circula ya de forma instantánea a través de las nuevas tecnologías, es muy importante poder informar desde el terreno “para entender Estados Unidos, más allá de la burbuja en el que viven las élites”. Se trata, según expuso en el Foro, de ser un “traductor” de lo que significa el país y explicar en su contexto “por qué, por ejemplo, ganó Donald Trump las elecciones y por qué podría volver a ganarlas en 2020”.
Rafael Mañueco, corresponsal en Moscú, aseguró que “Rusia es una democracia virtual, donde hay elecciones, la gente va a votar, pero no hay verdadera libertad, ya que los candidatos no están en igualdad de condiciones en el acceso a los medios y se impone un filtro para eliminar candidatos que amenacen a Putin”. Explicó que “los medios oficiales rusos son propaganda y hacen todo lo posible por desestabilizar a occidente, incluso generando las ‘fake news’, que ellos ponen en funcionamiento”, agregó. No obstante, y pese a que existe una “presión obvia a la prensa rusa”, a los periodistas extranjeros se les permite trabajar, en general, si bien se han dado casos de periodistas a los que los servicios secretos les han cerrado el acceso”, añadió.
Por su parte, el corresponsal del grupo en Pekín, Pablo M. Díez, relató que la represión en China es menos sutil: “Los que hemos publicado artículos críticos con el régimen hemos sido llamados a capítulo, pero esa no es la mayor dificultad. El gran problema es acceder a la información cuando hay protestas o accidentes que sacan a relucir la corrupción del régimen. Y a todo eso hay que añadir la censura en internet”. Díez aprovechó esta realidad para recordar que a pesar de las dificultades, el deber del periodista es “salir a la calle y estar en el lugar en los que ocurren los acontecimientos”.
Optimismo sobre el futuro del periodismo de calidad
A pesar de que el periodismo tiene que afrontar grandes retos, los corresponsales de Vocento se mostraron optimistas sobre el futuro de la profesión. “El periodismo que se hace en Vocento es un poquito mejor que el que hacían nuestros compañeros del pasado”, dijo Juan Pedro Quiñonero.
“La calidad significa que los corresponsales debemos recordar que información no es entretenimiento y que no tenemos que estar corriendo detrás de la última noticia”, explicó Mercedes Gallego. “No es incompatible hacer periodismo de calidad con estar presente en las redes sociales”, resaltó Ansorena, que pidió a las organizaciones periodísticas más confianza en los corresponsales para que sean ellos los que puedan influir en el tipo de contenidos que se publican. “Los periodistas debemos informar, aunque todos sabemos que hay modas”, continuó Mañueco, antes de que Pablo M. Díez diera una clave: “En vez de contar lo que ocurrió ayer, debemos contar lo que pasará mañana”.