• El español aproxima a las empresas al derribar barreras físicas y reduce el coste de las transacciones económica
  • Futuro en Español anima en México a «dar la batalla» para mejorar el posicionamiento internacional de la lengua común

Con más de 570 millones de hablantes, el español es ya un agente global productor de riqueza, identidad, cultura y marca, y aporta enormes potencialidades económicas y comerciales por tratarse de una lengua común. El español derrumba barreras físicas y burocráticas, aproxima a las empresas, reduce de forma significativa el coste de las transacciones comerciales y es un factor clave para el impulso de la internacionalización. Pero los países latinoamericanos tienen una asignatura pendiente: trabajar juntos para reforzar el posicionamiento internacional de este idioma universal.

Estas son las principales conclusiones de los participantes en la primera edición de Futuro en Español en México, organizada por Vocento, grupo de comunicación multimedia líder en España, y ‘El Universal’, la corporación periodística azteca más importante. El foro, que se desarrolló en el emblemático edificio del Club de Banqueros de la Ciudad de México, contó con el apoyo del BBVA, la Embajada de España en México, el Gobierno de La Rioja y el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Calificada (DOC) Rioja.

El director general de Negocio de Vocento, Iñaki Arechabaleta, y el director de la Fundación Ealy Ortiz, Enrique Bustamante, dieron la bienvenida a un evento cuyo objetivo es reflexionar sobre los valores de este idioma, sus ventajas competitivas y definir las sinergias que puede impulsar entre empresas e instituciones latinoamericanas.

Digitalización: un tren que Latinoamérica no puede perder

El catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Complutense de Madrid y Premio Rey Juan Carlos de Economía 2016, José Luis García Delgado, presentó los resultados del estudio ‘El valor económico del español’. Una investigación realizada bajo su dirección durante diez años de la que se desprende que el español «equivale a una moneda única, que no se deprecia, recorta distancias psicológicas y actúa de palanca de las transacciones comerciales y económicas». Con todo, García Delgado advirtió de que el español «no lo tiene todo ganado» y animó a España y a México a coliderar todas las acciones de promoción y expansión de la lengua para reforzar su posicionamiento internacional en los foros internacionales. «Tenemos que dar la batalla», enfatizó.

García Delgado participó posteriormente en un coloquio con el investigador mexicano y profesor de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma de México, Gerardo Esquivel, moderado por el subdirector de Opinión de ‘El Universal’, Esteban Román. El experto azteca enfatizó la gran utilidad y la enorme capacidad del español en términos económicos, pero opinó que «México no debe dejar de mirar a Estados Unidos, debido a la gran colonia mexicana que reside allí, aunque sí debe aprovechar más los lazos de conexión con el resto de los países latinoamericanos, en especial con España». Esquivel añadió que «el poderío de una lengua está íntimamente ligado al poderío económico de sus hablantes» y destacó «el potencial de la industria cultural, en concreto de la editorial, en la que México puede ocupar un rol importante».

La ventana perfecta

El segundo debate de la jornada, moderado por el codirector de Futuro en Español, Benjamín Lana, se dedicó a analizar el español como puente de oportunidades. En la mesa intervinieron el director general de Consejo Regulador de la DOC Rioja, José Luis Lapuente, y el presidente de GINGroup, Raúl Beyruti. Lapuente aseguró que México es «la perfecta ventana, el trampolín al resto de Latinoamerica para Rioja». Un mercado «aún pequeño, pero con posibilidades de desarrollo». Por eso, el objetivo es «romper ese techo de cristal» y que el vino de Rioja «se reconozca como una seña de identidad más para los 570 millones de hispanohablantes».

Por su parte, Beyruti explicó que GINGroup es «la empresa más importante y más empleadora de Latinoamerica», ya que tiene en nómina a 162.000 trabajadores. Tras 37 años de trabajo y con delegaciones en todo el continente americano, la firma prevé facturar 1.600 millones de euros este año. Se trata de una compañía dedicada a la gestión de recursos humanos que ha diversificado sus negocios y cuyo secreto no es otro que «dar a los clientes lo que piden». «Que no piensen jamás que eligiéndonos se equivocaron», concluyó su fundador.