• Expertos en recursos humanos analizan los desafíos a los que se enfrentan las empresas para el liderazgo

Las personas son el verdadero eje desde el que debe girar la gestión del talento en las empresas del siglo XXI. Ese es el verdadero camino para la innovación y, por ende, para la competitividad. Así lo pusieron de manifiesto todos los ponentes y participantes en la mesa de experiencias del II Foro Gestionando Talento. Liderazgo y competitividad, organizado por ‘La Verdad’ y la Escuela de Negocios ENAE, con el patrocinio de la consultora AON, el Instituto de Fomento de la Región (Info) y la compañía Sanitas.

Una intensa jornada, celebrada en la mañana de ayer en el hotel Nelva, en la que participaron más de 250 personas, entre empresarios, directivos y profesionales de recursos humanos llegados desde diferentes puntos de la Región.

El director de ENAE, Manuel Rincón, fue el primero en abrir fuego en la inauguración del foro, anticipando una idea que se repetiría a lo largo de todas las intervenciones. En concreto, que detrás de cualquier estrategia empresarial «están las personas, que son el verdadero motor de los cambios», según sus palabras. Una visión con la que prosiguió la jefa del departamento de Desarrollo Empresarial del Info, Mª José Bernal, que hizo hincapié en la importancia de compromiso con las personas «para minimizar los costes y maximizar la productividad».

Y lo que resultó evidente es que la innovación constante en política de personal por parte de las empresas murcianas es el gran reto que hay por delante tras el salto dado en este ámbito en los últimos años.

Los cambios tecnológicos

El sociólogo Andrés Ortega, experto en innovación en Recursos Humanos (RRHH) en la Fundación Personas y Empresas, abrió el primer bloque de intervenciones haciendo un esbozo del impacto de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación en los sistemas organizacionales, dejando claro que aquellas «han cambiado y van a cambiar más la forma en que aprendemos a la hora de impulsar la transformación cultural-digital». Y para ello son necesarios factores como «el dominio de las herramientas digitales, ante un mundo ‘infoxicado’ -en alusión a cierta intoxicación por un exceso de información que no se puede digerir-; los conocimientos de finanzas, tecnología e innovación; y las competencias digitales».

Ortega tampoco obvió el espíritu colaborativo desde la transparencia, participación, apertura, flexibilidad, adaptabilidad, aprendizaje y la conversación (compartir).

Por su parte, Antonio Moar, comunicador y entrenador de equipos de negocios, que ha trabajado para entidades como Banco Santander, Navantia y Repsol, entre otras compañías, agitó el debate cuando puso el foco en los propios asistentes para invitarles a apostar por el «talento emocional» sustentado en lo que denominó como «gente tridimensional»; es decir, aquellas personas que tienen «un deseo profundo, toman decisiones y son determinados». A partir de ahí, en su opinión, «se puede sellar de verdad una compañía», porque «no vale solo con la motivación». De ahí que hiciera especial hincapié en que «por tanto, la clave está en la actitud, a partir de la llamada triple P: querer progresar, proyectarlo y plasmarlo».

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Director de la Felicidad

También en la mesa de experiencias, moderada por el jefe de Edición del periódico, Víctor Rodríguez, el propio Moar puso un ejemplo evidente de innovación en la gestión del talento con el hecho de la creación por parte de algunas compañías de la figura del ‘Chief Happiness Officer’ (CHO), lo que se puede traducir por un director de la Felicidad. En este sentido, «Recursos Humanos ha dejado de ser el área responsable de las nóminas para ser el corazón de la empresa, teniendo ya un peso y un valor importante», reivindicó este «trans-formador» de equipos, como le gusta definirse.

Moar concluyó poniendo en valor «la ingeniería de las relaciones», de cara a poder contar con personas preparadas que «ofrezcan soluciones», siempre desde el equilibrio «entre pensar y hacer».

Sin fórmulas mágicas

El director ejecutivo de la consultora AON en España y Portugal, Ramón Vera, reconoció en el debate que «el talento se gestiona de manera complicada, porque no tenemos fórmulas mágicas». Pero sí resaltó que «nosotros contamos con un magnífico equipo que trabaja, sobre todo, con mucho sentido común». Y añadió que «está formado por personas muy diversas, con muchas capacidades, con las que trabajo yo, no que trabajan para mí».

En cuanto a su visión de lo que ocurre en el tejido empresarial español en general, manifestó que «los directivos viven cada vez más en la zona de aprendizaje, ya que los profesionales son conscientes de que tienen que aprender de una forma continua». Y es que la formación ha pasado a ser una inversión en la mayoría de las empresas, dejando de verse como un gasto.

Una realidad que se constató con el testimonio del director general de la empresa murciana de energías renovables Soltec, Luis Hernández, quien dijo que «desde el principio hemos tenido asumido que necesitamos un aprendizaje permanente. Y somos gestores de talento desde la propia humildad de reconocer que gente más preparada que tú venga con nosotros. Ese es el éxito ya».

El ejemplo murciano

Una visión que resulta básica para esta mercantil de referencia internacional en energía fotovoltaica por su interés en «atraer talento» mediante la incorporación de jóvenes que «quieren crecer y aprender», en palabras de su responsable ejecutivo, quien puso como ejemplo las becas puestas en marcha con ENAE.

«Un buen directivo debe saberse acompañar de profesionales con empatía y ganas de colaborar para ser capaces de dar juntos pasos adelante», insistió Hernández, para quien «la fidelidad del colaborador está garantizada a partir del compromiso de estar reconocido profesional y personalmente».

Al respecto, la representante del Info, Mª José Bernal, advirtió de que «nuevas generaciones piden cambios en la forma de trabajar» y, precisamente, citó el ejemplo de las ‘startup’ que «muestran nuevos sistemas de organización en los que se ve bien cuestionarlo todo».

Escuchar más, dentro y fuera

Desde AON insistió también Ramón Vera en que «hay que escuchar y contar más con las personas, dentro y fuera, porque la reputación hay que cuidarla». Y para ello se mostró convencido de que en España se cuenta con los mejores profesionales. «Se trata de organizarnos para cautivar a los empleados, porque vamos a tener que luchar por el talento», en un claro aviso a navegantes.

«Sin un buen equipo de recursos humanos poco se puede avanzar», reconoció abiertamente Luis Hernández, de la compañía Soltec; «a partir de ahí se pueden hacer una buena selección de personal», acorde con los valores de la empresa. Una realidad que en su caso han trabajado en los malos y en los buenos momentos.