Tecnología, sostenibilidad, nuevos productos, transparencia y ultracercanía con el consumidor final son las cinco claves para que «el sector riojano se someta a un cambio estructural de su modelo de negocio». Así lo advirtió, en Logroño, el CEO de la consultora de estrategia corporativa Innsai, Jesús Navarro, en la Jornada Bankia Forward organizada por Diario LA RIOJA en Franco-Españolas.

Navarro explicó que el secreto es «innovar, pensar de manera diferente y anticiparse porque la nueva generación de ciudadanos digitales, que en el 2025 copará el 47% de la renta disponible, está integrada por los consumidores del futuro, que tienen una forma muy diferente de ver el mundo y de consumir respecto a los analógicos».

¿Cómo prepararse para ello? Según Navarro, la primera clave es dotar a las explotaciones de «eficiencia y productividad» a través de una agricultura precisa y predictiva (mejorar el rendimiento de los cultivos y adelantarse a su comportamiento) y automatizada. Como ejemplos de ello expuso dos casos reales: una empresa brasileña que analiza el estado del suelo para saber dónde y en qué cantidad es necesario fertilizarlo, y otra española, onubense en concreto, en la que una máquina es capaz de recolectar cien hectáreas de fresas en tres días con la delicadeza propia de una persona.

El segundo factor de futuro es «producir de manera sostenible». La ecología «aporta valor añadido al precio» y «es tan necesaria como en su momento lo fueron la calidad y la seguridad alimentarias», destacó Navarro. Eso exigirá optimizar el uso de recursos, del agua especialmente, utilizar fertilizantes alternativos y potenciar la agricultura vertical y orgánica. El CEO de Innsai puso también ejemplos al auditorio: una firma israelí, que monitoriza la necesidad de agua del suelo, y otra sueca, que ha levantado un edificio de 60 metros de altura, «capaz de producir alimentos para satisfacer las necesidades de 5.000 personas durante todo un año».

La salud es el tercer factor esencial. En consecuencia, resulta imperioso «diseñar nuevos alimentos en los que las proteínas vegetales sustituyan a las de origen animal y reducir los desperdicios», reforzando por ejemplo las defensas naturales de los productos (cutícula) para que se mantengan más tiempo frescos.

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«La comunicación, básica»

«Lo importante no es lo que se hace, sino cómo se percibe lo que se hace». Navarro introdujo así el cuarto factor de futuro para el sector agrícola: la comunicación. El nuevo consumidor está acostumbrado a interrelacionarse a través de las redes sociales y «lo que le resulta realmente relevante, lo que le genera confianza, son las opiniones de sus iguales». Para fidelizarlo es básico, por tanto, que las empresas «dejen de ser cajas negras y se vuelvan de cristal, transparentes». Ejemplo de ello es lo que permite hacer un supermercado holandés con sus zumos procedentes de Brasil: los envases llevan un código QR, a través de cual los clientes pueden hablar directamente con los agricultores.

Y, la quinta clave de esta agricultura 4.0 es «la conectividad». En este sentido, Navarro afirmó que el precio de los alimentos en origen se cuadruplica hasta llegar al consumidor. Esa diferencia se queda en los canales de intermediación. Por ello, aconsejó a los productores poner en práctica la agricultura de proximidad. Pueden inspirarse en estos ejemplos: la distribución de kits de productos con recetas de cocina, que es «una forma de vender experiencia y de diferenciarse del competidor», y un supermercado de Montreal (Canadá), en el que el huerto está en el tejado, «lo que permite al consumidor recolectar los productos».

Como conclusión, Navarro enfatizó que «no hay que esperar a que las cosas se hagan realidad». «Tenemos que reaccionar y decidir antes, y Bankia Forward, precisamente, ayuda a que miren hacia adelante y a que visualicen por dónde van los modelos de negocio para que puedan tomar decisiones en el presente», aseveró.