- Los novios actuales -de la generación ‘millennial’- apuestan por ceremonias más informales y distendidas cuidando al máximo cada detalle para sorprender a los invitados
Millennial: dícese de los nacidos entre 1980 y 1995. Una generación con las ideas muy claras y con sus propias reglas de juego. ¿Casarse? Sí, pero como diría aquella mítica canción de ‘Siempre así’, a su manera. Más tarde y sin tantos corsés. Los proveedores ligados al sector nupcial lo saben y para conquistarlos se han visto obligados a entonar aquello de ‘renovarse o morir’. Así quedó patente anoche en la cuarta edición de la ‘Wedding Night SUR’. El evento, celebrado en la Hacienda El Álamo, se convirtió en una gran ‘boda’ que unió a 250 parejas de prometidos con los principales expertos y empresas malagueñas ligadas a la organización del ‘si quiero’.
En esta ocasión el objetivo de la cita era poner sobre la mesa las tendencias que giran en torno a las inquietudes y gustos de los denominados ‘millennial’. Un colectivo que reniega de las uniones clásicas, huye del protocolo y convierte a la diversión en el eje de los preparativos.
¿La clave para lograrlo y conseguir una boda diez? Según defendió Serafín Castillo, el ingrediente secreto es la actitud. Y la naturalidad. El fotógrafo nerjeño, que fue el encargado de inaugurar el coloquio de expertos moderado por la periodista Lorena Codes, animó a los presentes a relajarse para disfrutar del gran día y recordó la importancia de conectar con quien está al otro lado de la cámara para obtener un buen reportaje.
Elegir el equipo adecuado y rodearse de los mejores fue, de hecho, uno de los consejos más repetidos entre los ponentes. «Cualquier profesional puede hacer un maquillaje bonito y duradero, pero lo importante es trabajar con alguien que esté ahí para lo que necesitéis ese día y te de seguridad. Eso y ser vosotros mismos, no ir disfrazados», destacó la maquilladora Noelia Fuentes.
Resumen de la Wedding Night SUR
La receta para un enlace perfecto pasa, asimismo, por que los novios sepan reflejar su identidad. Tanto a la hora de organizar el evento en sí –«ninguna pareja es igual a otra, de ahí la importancia de hacer un trabajo de introspección para exprimir lo que cada cual tiene de especial y crear su propia marca», planteó Estefanía Lara, de la empresa de ‘branding’ Loveratory– como a la hora de elegir el vestido. «La novia tiene una gran presión porque es el centro de las miradas pero ante todo debe sentirse cómoda y ponerse en manos de una firma con la que sienta ‘feeling’», aseveró la diseñadora Marcela Mansergas.
En la era de las redes sociales, sin embargo, esa búsqueda del sello personal se complica. Y es que como advirtió Marina de Herrera –socia fundadora de la empresa de organización integral de bodas ‘A-típica’– plataformas como Instagram o Pinterest acaban siendo armas de doble filo. «Las redes están bien de inspiración pero ojo con que no se nos vaya de las manos y acabemos en las ‘bodas show’. Hay que tener control y saber elegir y priorizar lo que se quiere», reivindicó.
Pero, ¿que quieren los ‘millennial’? Para Miguel Ángel Barrionuevo, director gerente de Hacienda El Álamo, las nuevas generaciones demandan enlaces más dinámicos, «en los que la gente tenga más oportunidades de interactuar». A ello ayudan espacios como los ‘beer corners’ –puestos de cerveza–, los carritos de helados artesanos o los paneles con donuts que llegan con fuerza. En el viaje de novios, prima la exclusividad, «huir de ‘turistadas’ y de las opciones de catálogo para buscar rutas a la carta», explicó Jorge Fernández, gerente de ‘Planes con duende’.
Las parejas, ahora más que nunca, quieren diferenciarse y dejar huella entre sus amigos y familiares. «Y para ello es esencial el mantener una coherencia», indicó la diseñadora de complementos Conchita Caro, de la firma Bambary. La misma coherencia que debe imponerse, según el profesor de moda Demetrio de la Torre, en los looks de los invitados. «Hay que huir del fenómeno ‘árbol de Navidad’. Mejor prendas básicas y un buen complemento».
Y todo para conservar el mejor recuerdo de un día que, como recordó Fátima -autora del blog ‘Dalia&Ginger’ y recién casada– pasa volando. «No es un tópico es una realidad. Así que mi consejo es que disfrutéis con mayúsculas. ¡Dejad los nervios en casa!», les recomendó.
La IV Wedding Night de SUR concluyó con un breve desfile con las propuestas de destacados diseñadores malagueños y un cóctel en los jardines de la Hacienda el Álamo servido por Alabardero Catering, donde los novios pudieron conocer de cerca el trabajo de algunas de las principales empresas locales dedicadas a la organización de eventos.