La nueva Ley Hipotecaria nació con la idea de subsanar los errores que salieron a la luz en el momento más agrio de la crisis financiera. Pero para muchos, más que un blindaje es un parche. En el Foro Nueva Ley Hipotecaria, organizado por la revista INVERSIÓN & finanzas.com, con el apoyo de pisos.com, cuatro expertos de los distintos ámbitos expusieron los retos que siguen pendientes.
Para Manuel González, notario, es especialmente preocupante el protagonismo que se le da a la figura del notario. “Hay una pretensión por blindar los contratos para que la banca no vuelva a pasar por el trauma de las cláusulas suelo”, apunta. Pero en ese afán por confirmar el conocimiento de los riesgos por parte del hipotecado, la responsabilidad se ha concentrado en una única figura.
Fernando Zunzunegui, coordinador legal de EFPA, coincide: “Me preocupa la falta de crítica ante la carga que tiene el notario”. Según la nueva directiva, son ellos quienes tienen la responsabilidad de evaluar los riesgos y, como incide Zunzunegui, los notarios no están preparados para hacer las veces de asesor financieros. “No podemos condicionar la compra de nuestra vivienda a cláusulas incomprensibles, por mucho que las explique el notario”, insiste.
La nueva Ley Hipotecaria no termina de convencer, porque como bien señala Matilde Cuena, profesora de Derecho Civil de la UCM, crea inseguridad jurídica. Las escrituras firmadas en el auge inmobiliario están siendo impugnadas, pero de manera desigual, sin una idea clara del desenlace final. En su opinión, “necesitamos un mercado hipotecario con respaldos para las dos figuras”. Porque a los consumidores no se les puede seguir tratando como analfabetos.
En esto Santos González, presidente de la Asociación Hipotecaria Española (AHE) rompe una lanza a favor de la banca. Coincide en pedir una mayor claridad, que no queden “cosas en el aire”. Porque con todos sus males, la hipoteca seguirá siendo el instrumento financiero por excelencia para acceder a una vivienda.