El Fórum EL COMERCIO contó esta mañana con la presencia de la presidenta del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), Isabel Pardo de Vera, quien culpó a los diversos cambios de proyecto que se registraron en la obra de la variante de Pajares, a la «disparidad de criterios que no han sido de los técnicos» y a los «egos» de las formaciones políticas que la infraestructura que esté ya terminada, pues «se ha perdido un tiempo importante». Según explicó, la obra se debería terminar a principios de 2020.
Otro asunto que puso sobre la mesa la presidenta del Adif es que tanto los empresarios de la región como los responsables de los puertos de Gijón y Avilés, y de las administraciones públicas han de planificar cómo aprovechar una variante que ha supuesto la inversión de casi 4.000 millones de euros, tal y como han hecho sus homólogos del Corredor Mediterráneo, que cuentan con una planificación muy avanzada.
Pardo de Vera no quiso aventurar una fecha para la puesta en servicio de los túneles de Pajares, pero explicó que si solo se hubiera habilitado uno de ellos para el tránsito de los trenes el otro se quedaría como galería de evacuación y no podría ser recuperado para el ferrocarril. En cuanto a la situación de las obras, indicó que la plataforma ya está construida, se está controlando la ladera de Campomanes y se están finalizando todos los contratos pendientes, como los de la instalación del sistema de ventilación y la electrificación de la catenaria. El objetivo es que todo pueda estar culminado «a principios de 2021», para después comenzar las pruebas.
Otro asunto al que se refirió es la rampa de Pajares, que parece estar llamada a desaparecer. Según Pardo de Vera, es una instalación «obsoleta y anticompetitiva para las mercancías, que necesitan trenes de 750 metros. Además, está al lado del corredor de Pajares, que ha costado casi 4.000 millones de euros. No se pueden mantener las dos, porque en el nuevo corredor cabe todo. Hacer lo contrario sería una irresponsabilidad».
La presidenta del Adif también habló de la «obra complejísima de un gran esfuerzo técnico, económico y de funcionalidad» que supondrán la estación del plan de vías de Gijón, así como del plan que desarrolla para mejorar las cercanías en Asturias, especialmente en ancho métrico (la antigua Feve) y que de manera urgente supondrá «una actuación de retirada masiva de árboles junto a las vías y la estabilización de las laderas», para lo que se emplearán «todos nuestros medios».
Cofiño: «Tenemos que repensar Feve»
Una vez que parece atisbarse la finalización de las obras de la variante de Pajares, una de las máximas preocupación del consejero de Infraestructuras, Medio Ambiente y Cambio Climático, Juan Cofiño, es el estado en el que se encuentran las cercanías ferroviarias en la región, especialmente el ancho métrico (la antigua Feve). Así lo puso de manifiesto en su intervención en el Fórum EL COMERCIO sobre el futuro de las infraestructuras ferroviarias en Asturias, que se celebró ayer en el Hotel Abba Playa, en colaboración con el Banco Sabadell, y en el que participó la presidenta del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), Isabel Pardo de Vera. Juan Cofiño fue tajante: «Tenemos que repensar Feve».
El consejero explicó que «el ancho métrico no da un buen servicio». Indicó que el actual Gobierno había heredado una Feve que, «si habláramos de Derecho, tendría que haber renunciado a la herencia». Según apuntó, la empresa se encuentra en una «situación crítica», a lo que hay que añadir que el Plan de Cercanías que había anunciado hace dos años el entonces ministro del PP Íñigo de la Serna, «no aterrizó económicamente y no se reflejó en los presupuestos. Ahora, hay un plan de choque para conseguir un mínimo de decoro», remarcó Cofiño.
El caso es que el consejero defendió que las infraestructuras del Estado y las del Principado «han de ser compatibles» y se mostró convencido de que la pieza que falta por completar para dar un impulso a la movilidad en la región «son las cercanías».
Pero también habló de la necesidad de material rodante, ya que los actuales trenes de Feve sufren continuas averías y son muy viejos. Como primer paso, Renfe trabaja en adquirir material de segunda mano que se pueda poner en servicio. «Maduran algunas inversiones previstas y el presidente de Renfe busca soluciones al material móvil a cortísimo plazo, ya que el nuevo (ha de ser construido) no estará hasta el año 2022».
Pero son soluciones que el consejero quiere ver ya sobre la mesa. Mantiene que «las mejoras tienen que empezar a apreciarse a cortísimo plazo. No podemos asumir otro verano como el pasado y estamos intentando cumplir al pie de la letra lo hablado y optimizando todos los procesos».
En cuanto a la variante de Pajares, Juan Cofiño explicó que «el último año ha tenido avances muy significativos. Está cobrando forma y será una realidad en muy poco tiempo, a lo largo de 2021».
Pero tampoco quiso dejar de lado otros tres asuntos que tiene pendientes Adif, como son los proyectos ferroviarios en Langreo, Gijón y Avilés. Los tres están en distintos procesos administrativos. En Langreo, el convenio está próximo a firmarse, mientras que en Avilés se está acometiendo la redacción del proyecto y en Gijón se está a la espera del estudio informativo.
El desarrollo de la Zona de Actividades Logísticas e Industriales de Asturias (ZALIA) es otro de los objetivos del Ejecutivo asturiano para aprovechar al máximo las posibilidades que ofrece el puerto de El Musel. Juan Cofiño indicó que el Corredor Atlántico «va desde la fachada atlántica francesa hasta el Mediterráneo y la ZALIA tiene piezas ferroviarias para el tráfico de mercancías», en referencia a la estación intermodal.
El objetivo sería «incorporarnos a los fondos» comunitarios que financian las grandes redes de transporte europeas, lo que permitiría «aprovechar para incorporar en algún momento la revisión del trayecto entre Pola de Lena y Gijón», indicó el consejero.