- La familia Peñalver cautivó el paladar del jurado con su crema de calabaza y huevas de lumpo
Sopla un viento capaz de tumbar a cualquiera la mañana del sábado 1 de abril. Sin embargo, este viento no puede arrasar las ilusiones de los cinco equipos finalistas del II concurso ABC Supersanos. Alrededor de las diez de la mañana van llegando todos a las instalaciones de Le Cordon Bleu en Madrid. El premio es un viaje a la República Dominicana y fantásticos lotes de productos ElPozo, que es la empresa patrocinadora. Como en los concursos de la tele, solo puede quedar uno.
Mientras se toman el café de bienvenida comentan como ha sido el desarrollo de las recetas y miden sus nervios. Algunos, como Quique, que repite experiencia, no quieren casi ni hablar. A las Twins, por su parte, se les escapa una risita nerviosa de vez en cuando.
La familia Peñalver, Pablo junto a sus hijos Juan y Jacobo que forman uno de los equipos exclusivamente masculinos, también repite. Juan el pequeño del equipo no deja de sonreír y transmitir optimismo.
Un poco más nervioso está Gonzalo, aunque casi peor está Pepe, su padre. La compañía de Paulina, su mujer y madre de Gonzalo, sirve para apaciguarle un poco.
Marco es el participante más mayor y claramente el más alto. Llegaron los últimos al lugar del concurso, pero se puso al día en seguida.
Los cinco equipos finalistas cocinan en una sala que dispone de hasta 15 puestos individuales, cuentan con la inestimable ayuda del chef José Luis González Súarez durante la elaboración de sus recetas, además del adulto que les ha venido a acompañar. Los concursantes fueron entrando por orden en la cocina, con un margen de cinco minutos para comprobar que todo está dispuesto y, a partir de ahí, ¡comienza la competición en serio!
Las Twins abren fuego: cortar, picar hasta que ¡Stop! ¡Accidente! Una de las mellizas se ha cortado en un dedo. Nada que no se solucione con un tirita de color azul y un guante para mayor protección. La competición se desarrolla sin más percances.
Quique se toma muy en serio su trabajo. Sus cupcakes de espinacas van tomando forma mientras este pequeño cocinero lleva la batuta en los fogones.
La familia Peñalver funciona como un engranaje bien coordinado. A pesar de ser tres personas, no se estorban en ningún momento y tienen perfectamente definidos sus roles en la cocina. La crema de calabaza con huevas de lumpo ¡huele fenomenal!
Marco está acompañado de su madre, Inés. Su cara de concentración lo dice todo. Y es que el ceviche de corvina que está preparando no es un plato fácil. A pesar de su tamaño (mide 1,86 centímetros) se mueve con elegancia y soltura en la cocina y ni la presencia de los fotógrafos a su alrededor hacen que pierda el paso en ningún momento.
Quedan cinco minutos. Se avisa que tienen que emplatar. El jurado compuesto por Carlos Maribona, crítico gastronómico de ABC, José Ángel Cerón, director de Comunicación y Relaciones Institucionales de Grupo Fuertes y Rosario Barrios, directora general de Le Cordon Bleu Madrid, -entidad colaboradora- espera que los platos vayan llegando.
En el orden en el que entraron en cocinas, van presentando su trabajo. Cada equipo explica como ha elaborado su receta y porqué considera que es sana. Una vez catados todos los platos, el jurado se retira a deliberar. Los concursantes son requeridos por el chef José Luis para recoger la cocina, —una muestra de profesionalidad—, y todos salen con una sonrisa nerviosa a limpiar y ordenar. Mientras tanto, las familias esperan tomando un vino español y jamón y queso cortesía de la empresa patrocinadora «ElPozo».
Y llega el momento de la verdad. El jurado entrega el sobre de los ganadores. Rosario Puerta destaca que ha sido dificilísimo elegir uno, pero que había que hacerlo. Carlos Maribona se muestra agradablemente sorprendido por el nivel de cocina en niños tan pequeños y José Ángel Cerón cree que tenemos una estupenda cantera de cocineros en nuestro país.
Se abre el sobre y los ganadores son… ¡La familia Peñalver por su receta de crema de calabaza con huevas de lumpo! Los aplausos atruenan la sala y a Pablo, Juan y Jacobo no les caben más sonrisas en la cara. Un viaje a la República Dominicana, un curso de cocina en Le Cordon Bleu y un lote de productos El Pozo son los fantásticos premios. Juan cuenta que le ha gustado mucho cocinar en familia ya que «en la cocina no nos peleamos». Por su parte, Jacobo explica que le ha gustado poder participar en el concurso «he aprendido mucho. En mi casa siempre comemos sano, pero hacerlo nosotros mismos nos enseña a comer mejor».