Microsoft situó  a Castilla y León como «ejemplo» de colaboración en proyectos de ‘big data’ asociados a la sanidad. Así lo destacó la presidenta de la empresa en España, Pilar López, quien habló de la coordinación para aplicar las nuevas tecnologías al sector, con las pertinentes garantías de seguridad y privacidad.

López realizó esta afirmación durante la jornada ‘Transformación digital en el sector sanidad: big data’, organizada por El Norte de Castilla, que contó también con la presencia del consejero de Sanidad, Antonio María Sáez, que hizo hincapié en que el sector supone el 10 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB). Esa importancia refleja un mayor grado de vinculación a las nuevas tecnologías que utilizan los profesionales, las farmacéuticas y las empresas.

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«Estamos acostumbrados a medir la sanidad por número de camas y consultas; pero hay que empezar ha hacerlo por lo resultados que facilita el ‘big data’», incidió Sáez, quien citó, por ejemplo, el proyecto ‘Harmony’, una investigación para encontrar tratamientos más eficaces para los tumores hematológicos. Está dotada con 40 millones de euros y es coordinada por el Instituto de Investigación Biomédica de Salamanca (IBSAL). Además, está liderada en el ámbito europeo por los hematólogos españoles Jesús María Hernández Rivas, del Servicio de Hematología del Hospital Universitario de Salamanca, y Guillermo Sanz Santillana, de La Fe de Valencia. Cuenta con cinco años de duración y se llevará a cabo a través de un consorcio de 51 socios, entre los que se encuentran siete farmacéuticas de 11 países europeos.

Asimismo, la presidenta de Microsoft Ibérica, Pilar López, se mostró «orgullosa» de que la empresa sea parte de la «transformación de la sociedad en primera persona», para lo cual se asocian con organismos públicos y privados. «Estamos en un momento fascinante con tantos avances”, espetó López, quien lo centró en la ‘nube’, que permite dar “facilidades a esta revolución».

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Igualmente, prosiguió, ensalzó la «inteligencia artificial». No se trata de sustituir al profesional, «sino detectar dificultades cuando no sea posible por parte del humano», sentenció. También, habló de un programa de transcripción en «tiempo real» de una conversación entre un médico y un paciente para que «el profesional se dedique plenamente al usuario y no pierda tiempo en escribir el informe en el ordenador».

«Se trata de pasar de un modelo cíclico a otro continuo», prosiguió. En este sentido, citó dos ejemplos desarrollados por Microsoft en el área sanitaria en países como Estados Unidos o Australia. Por un lado, hacer un seguimiento al paciente por control remoto, para evitar hospitalizaciones, «y que sean los familiares los que puedan recoger los datos informativos y enviarlos al profesional».

Por otro, narró también la experiencia derivada de un proyecto en un hospital de Texas, con pacientes con malformaciones congénitas, que ha logrado reducir la mortandad infantil en dos años de un 25% a la nada. «Los propios padres hacen el seguimiento y el sistema detecta los problemas cuando se den para acudir urgentemente al hospital», concluyó.