- Los Premios de LA VOZ reúnen cinco ejemplos de éxito en su decimocuarta convocatoria
- Los responsables del Centro I+D de Arcelor, Rey Pelayo, Sociedad Filarmónica y Menéndez Vallín y Dacal recogieron sus galardones el jueves
Talento y esfuerzo. Mérito y servicio. Dos tándems garantía de éxito personificados en los cinco galardonados por los XIV Premios de LA VOZ DE AVILÉS, entregados el 22 de junio en el auditorio de la Casa de la Cultura, en un acto en el que se ensalzó a la persona como motor de proyectos y oportunidades.
El Centro Global de I+D de ArcelorMittal de Avilés, Premio a la Iniciativa Empresarial; la Sociedad Filarmónica, Premio a la Iniciativa Cultural; la Asociación Rey Pelayo, Premio a la Acción Social, y Alfonso Menéndez Vallín y Enrique Rodríguez Cal ‘Dacal’, Premio al Deporte, demostraron que detrás de cada éxito hay una persona con principios, ideales y unas características muy definidas que fueron glosando las distintas intervenciones a lo largo de la gala.
Ese fue el auditorio que rindió cálido homenaje a los premiados, como bien pudo apreciar un invitado extranjero, Gregory Ludkovsky, máximo responsable mundial de I+D de ArcelorMittal, que se mostró honrado por ser partícipe de una «gigantesca reunión de familia». Esa familia avilesina fue la que arropó una ceremonia en la que se habló más que nunca de personas, recordando que cada una de ellas imprime su carácter en lo que hace y en la forma de hacerlo. Personas como Nicolás de Abajo, Marino Soria, Mari Cruz García, Vallín y Dacal que, como señaló José María Urbano, Jefe de Redacción del periódico, con humildad, esfuerzo y tenacidad han convertido en éxitos sus ilusiones. «La historia de los Premios de LA VOZ DE AVILÉS es una historia de personas más que nunca, aunque vayamos a distinguir también a entidades y sociedades».
Catorce años después de haber inaugurado los Premios con Aceralia como uno de los cuatro galardonados, en tanto que empresa que había modelado a la ciudad que hoy es Avilés, este año ha sido el Centro Global I+D de ArcelorMittal el elegido por sus méritos y por ser «pieza clave en ese entramado tecnológico que debe asegurarnos el futuro basado en el conocimiento». Con una plantilla en continuo aumento (el jueves era de 217 empleados, según corrigió con humor su director Nicolás de Abajo), el centro atiende 83 unidades de negocio en veinticuatro países. Con sus veinte laboratorios y plantas piloto aporta las claves y da las soluciones para que la siderúrgica sea cada vez más competitiva en un mundo globalizado. Y dos han sido las personas claves en su éxito: su director Nicolás de Abajo y el «artífice de que el centro de I+D de Avilés se haya convertido en el referente de los centros de la compañía siderúrgica a nivel mundial», Gregory Ludkovsky.
La Asociación Rey Pelayo, Premio a la Acción Social, está formada por más de mil personas y presidida por Mari Cruz García desde 1997. Nació para atender a personas con discapacidad intelectual, lo que «en absoluto les invalida para formar parte activa de una sociedad que, a veces, no acaba de abandonar los prejuicios ni de derribar las barreras». Urbano recordó que el esfuerzo de aquellas familias que abanderaron el proyecto «mereció la pena entonces y vemos los resultados ahora».
Si las palabras esfuerzo, talento y dedicación se pronunciaron en numerosas ocasiones, ‘milagro’ en dos. La primera para hablar de Rey Pelayo y la segunda referida a la Sociedad Filarmónica, presidida por Marino Soria. A ella atribuyó el Jefe de Redacción la multiplicación bíblica de los panes y los peces en el resurgir y mantenimiento a flote de una entidad que tiene como fin la difusión de la música culta. «Contar en una ciudad como la nuestra con una persona como Marino Soria es un regalo» y «permite que cada temporada Avilés pueda contar con una serie de conciertos música clásica de primera nivel».
El Premio a los Deportes, doble por primera vez en catorce años, recayó en el tirador con arco Alfonso Menéndez Vallín y en el boxeador Enrique Rodríguez Cal ‘Dacal’. Con él se saldó una deuda con dos de los deportistas más importantes de la ciudad, tal como reconoció José María Urbano. En coincidencia con los 25 años de las Olimpiadas de Barcelona, el periódico reconoció los éxitos de Dacal en Munich 1972, medalla de bronce y única presea conseguida por España en aquel año, y de Alfonso Menéndez Vallín, oro en tiro con arco en Barcelona 92. Dos grandes deportistas y «dos buenas personas, apreciadas dentro y fuera de esta ciudad por su naturalidad, por su discreción y por seguir siendo un ejemplo de cómo el deporte nos enriquece a todos».
Retos y fortuna
Las palabras de José María Urbano, antes de la entrega de los previos, habían venido precedidas del saludo de la presidenta del Consejo de Administración de LA VOZ, María Jesús Wes, que reconoció la fortuna «de contar entre nosotros con personas, entidades y empresas que nos hacen sentir orgullosos con sus logros, que construyen una sociedad mejor y más avanzada».
Más tarde, la consejera de Desarrollo Rural, María Jesús Álvarez, ensalzó a los premiados, «ejemplo de los mejores valores humanos, que nos permite avanzar como sociedad» y a Avilés, una ciudad «abierta y moderna», que combina industria con tradición. La última palabra fue para la alcaldesa Mariví Monteserín, que enunció los tres retos de la ciudad en su presente y futuro más inmediato: revertir la curva demográfica, especializarse en actividades innovadoras y consolidar un modelo de convivencia que permita una sociedad en la que las personas se sientan felices y seguras. Con la convicción de que Avilés «es el compromiso de muchas personas», afirmó que, en el contexto europeo en el que vivimos, «no podemos quedar rezagados» y «debemos plantearnos nuevos retos y las políticas para alcanzarlos».