La poesía reivindica el derecho a la belleza, que es también justicia, que es salud, que es deporte, que es el deber de vivir sin violencia y la aspiración a navegar por las aguas de un mundo mejor. Los premios de EL COMERCIO, en su duodécima edición, se entregaron en el Teatro Jovellanos de Gijón para poner prosa y verso a la Asturias de hoy, para ejemplificar el esfuerzo, el tesón, el talento, el compromiso. «Los valores de nuestros premiados son los mejores cimientos para el futuro», dijo Marcelino Gutiérrez, director del periódico y resumió con muy pocas palabras el sentir que alimenta los galardones.

Pachi Poncela y Alicia Hulton aliñaron de humor una ceremonia que por encima de todo buscaba ser un canto a la excelencia. El presidente del Consejo de Administración de EL COMERCIO, José María González, fue el primero en tomar la palabra después de escuchar las bromas y veras de los presentadores, respaldados sobre el escenario del Jovellanos por tres músicos –Daniel Jiménez, Israel Sánchez y Emilio Ribera, bajo, batería y guitarra–. González, además de elogiar uno a uno a los premiados, ratificó el «compromiso inalterable» del periódico con Asturias en este año en que se celebra el 140 aniversario de su fundación. Luego fue Marcelino Gutiérrez, director del periódico, quien ejerció de portavoz de la Redacción para explicar los porqués de los laureles y dar las claves del periodismo en el que sustenta el decano: la veracidad, el rigor y la credibilidad de sus firmas.

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Y llegó el momento de comenzar con la entrega de premios. El primero, el de el Deporte, para el Grupo de Cultura Covadonga que, como todas las distinciones, fue introducido por un vídeo. Carlos Prieto, jefe del área de Edición del periódico, y Mónica Yugueros, gerente de Canal 10, hicieron los honores. Sobre las tablas, recibiendo los aplausos a los sones de ‘Satisfaction’, junto a Antonio Corripio, presidente de la entidad, deportistas y socios del Grupo representando sus ocho decenios de existencia: Micaela Álvarez (10 años), Pablo Fernández Pinín (20), Celia Rodríguez Argüelles (30), Pablo Blanco (40), Rocío Ríos (50), Agustín Felipe González (60), Teresa Álvarez Fonseca (70) y Lisardo Argüelles (80).

Antonio Corripio calificó EL COMERCIO como «la gran atalaya de la información y la comunicación de Gijón» antes de lanzar un guante a los políticos presentes: «Tenemos que reivindicar Gijón como la gran ciudad del deporte, es el mejor marco para acoger la Facultad de Ciencias del Deporte». Aprovechó también para resaltar «los valores de superación y esfuerzo que representa el Grupo Covadonga, y el ejemplo que dan a los jóvenes», a su cantera.

Fue a continuación cuando sonaron en la voz de Pachi Poncela los versos del poeta: «Quiero, pido que la belleza sea fuerza y pan, alimento y residencia del dolor. Un mismo canto pide la justicia y la belleza. Sea la luz un acto humano. Se puede morir por esta libertad». Y con sus hermosas palabras aún en la mente del público que llenó el patio de butacas, Antonio Gamoneda cosechó una ovación de lujo. María de Álvaro, jefa del área de Edición, y Julio Valle, gerente de CM Asturias, le entregaron al Premio Cervantes ovetense su galardón de la Cultura, materializado –como todos los demás– a través de un trofeo y también otra poética, la plástica de Pelayo Ortega, autor de ‘Matinal’, dibujo y collage sobre lienzo del que recibieron una reproducción también todos los asistentes al acto. Gamoneda regresó al año 1934, a aquel niño huérfano que vivía con su madre en Oviedo a la que recomendaron «ir a secar a Castilla». León fue su destino y su hogar. Pero, pese a los años lejos de Asturias, sigue presente la tierra que le vio nacer. «No la había perdido, pero con este premio me la han devuelto», dijo.

En la categoría de Empresa el premio fue para dos astilleros: Armón y Gondán. Ángel González, director adjunto del periódico, y Noelia Alonso, directora de control y gestión de Recursos Humanos, se encargaron de entregar las distinciones que recibieron Laudelino Alperi, consejero delegado de Armón, y Álvaro Platero, presidente y director general de Gondán. «Quiero compartir este premio con todas las personas vinculadas al sector naval», dijo el primero, mientras Platero hacía una loa de los trabajadores y de sus vecinos del Occidente asturiano. «Cuando hay problemas, la gente del Occidente sabe remangarse y tirar para adelante», apuntó.

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Estaba por llegar uno de los momentos más esperados, el de ovacionar largo y tendido a los galardonados con el premio de Acción Social por su duro trabajo diario para poner coto a la violencia machista: la Unidad de familia y mujer de la Policía Nacional; el equipo Mujer y menor de la Guardia Civil y la Unidad de vigilancia y control de las órdenes de protección de la Policía Local. Leticia Álvarez, jefa del área de Gijón y Asturias, y Diego Oliveira, director de marketing, pusieron el galardón en manos de Teresa Domínguez, Jose Luis García González, Ángela Suárez García, Belinda Tamargo, Begoña Ceñera Martín, Marco Aurelio Suárez Menéndez, Dulce María Gutiérrez López y Jesús Templado Arenas. La dedicatoria general de las personas que tomaron la palabra fue la misma: para las víctimas; el deseo, idéntico, que dejen de hacer falta premios como el que ayer recogían uniformados. «Queremos conseguir que en diarios como EL COMERCIO la violencia de género deje de ser noticia», afirmó Ángela Suárez, de la UFAM de Avilés. Su colega de la Guardia Civil Begoña Ceñera les dijo a las víctimas que no están solas y prometió buscar para ellas «un mundo mejor». En las policías locales, lo dijo Jesús Templado, las puertas están abiertas de par en par: «Hay salida, solo tienen que atreverse».

La médica langreana María Neira fue la última en recibir su premio, el de Proyección de Asturias. La directora de Salud Pública de la Organización Mundial de la Salud recogió su distinción de manos del director y el director general del periódico, Marcelino Gutiérrez y Goyo Ezama, respectivamente. Con buen humor, con gracia y con mucho arte, Neira hizo un elogio de la palabra, del periodismo, lo reivindicó como necesario para hacer llegar alto y claro los mensajes de la OMS y «como la mejor herramienta para la educación». «La salud pública tiene mucho que ver con transmitir y los periodistas nos ayudar a transmitir esos mensajes a la población», afirmó. Hizo también un anuncio: «Como soy de La Felguera, y somos muy peleones, les informo de que voy a seguir pelando».

Ya con todos los premios a buen recaudo en las manos adecuadas, faltaba solo escuchar las intervenciones de los políticos. El consejero de la PresidenciaGuillermo Martínez, y la alcaldesa de Gijón,Carmen Moriyón, fueron quienes se acercaron al atril para, de nuevo, elogiar la tarea de los galardonados y el papel del buen periodismo. Martínez felicitó al periódico por sus 140 años y subrayó el papel de los medios de comunicación para crear «sentido de pertenencia a la sociedad». Moriyón valoró el compromiso de EL COMERCO con Gijón y reivindicó el «periodismo con raíces». Después, premiados y público interpretaron ‘Asturias, patria querida‘ a modo de despedida, antes de que se tomara la foto de familia que quedará para la historia.