• La Casa de ABC ha albergado la novena edición de estos galardones que reconocen la excelencia gastronómica

Lleno «hasta la bandera», un año más, en la gran fiesta gastronómica española que representan los premios Salsa de Chiles. En esta IX edición no podía ser menos, y eso que la agenda del día estaba repleta de eventos culinarios, algunos de enorme trascendencia. Pero la Casa de ABC y estos galardones son «material altamente seductor e importante» como para perderse la cita. Porque si las críticas y crónicas culinarias que escribe puntualmente Carlos Maribona en este periódico -pionero en las lides de la escritura gastronómica- son seguidas, el «marcaje» por parte de los profesionales del sector, amantes de la cocina y hasta profanos en la cuestión del blog Salsa de Chiles en el soporte digital es absolutamente incuestionable. Fue Maribona quien intuyó el poder que tendrían en el futuro las redes sociales y se convirtió en el primer creador de un blog gastronómico. Doce años de Salsa de Chiles y nueve de sus premios, siempre al amparo del prestigio que tiene ABC y el patrocinio de Tierra de Sabor, la marca de productos excelentes de Castilla y León.

Recordando a Pepe Ribagorda en su web «delascosasdelcomer», en estos tiempos en los que cualquiera puede tener un blog, aunque no tenga ni la cualificación ni el talento necesario para trasladar su opinión al gran público, Maribona dignifica este «género periodístico producto de la eclosión de las nuevas tecnologías». A lo que añadiría que los lectores, al final, tienen su criterio y saben escoger lo que quieren leer. Maribona, un año más, ha agradecido a ABC y a Vocento, el haber apostado por el blog «en unos tiempos ‘en los que -recordó las palabras de Íñigo Méndez de Vigo cuando le entregó el pasado año el Premio Nacional de Gastronomía- el blog es reflexión, análisis y argumento’, armas imprescindibles ante el aluvión de herramientas más ágiles y rápidas que se resuelven en 140 caracteres (Twitter) o Instagram».

Distinción más democrática

Y ahora, centrémonos en los galardones, los más democráticos que se conocen ya que, como sabrán, son elegidos por votación directa de los lectores del blog por un lado y, por otro, por un reputado jurado presidido por Ymelda Moreno, presidenta de la Cofradia de la Buena Mesa y formado por dos eminentes gastrónomos, Javier Ferradal y Borja Beneyto, el director editorial de Medios Regionales y Revistas de Vocento, Benjamín Lana y el propio Maribona. Un año más, ha presentado el acto la humorista Sara Escudero (de «Zapeando»), quien ha introducido unos guiños al gallego que fueron puntual y elegantemente refutados por el director de ABC, Bieito Rubido cuando entregó el premio del jurado a Mejor Jefe de Sala a Joserra Calvo, de Mugaritz. «El acento gallego es un acento que distingue», ha bromeado muy serio (como los buenos gallegos) Rubido, quien ha destacado a España como potencia indiscutible de la gastronomía muy vinculada al turismo y que «quizá éste sea el único país en el que se resuelven problemas y asuntos familiares, sociales, laborales y de negocios en torno a una mesa. Porque comer bien hace a la persona más feliz y ayuda a resolver lo insalvable».

Recordemos que hay cuatro premios: Mejor restaurante de cocina tradicional; Mejor restaurante de cocina creativa; Mejor restaurante de cocina extranjera y Mejor profesional de sala. En cocina tradicional los afortunados en esta novena edición son Los Marinos José, de Fuengirola por parte del jurado y Taberna Arzábal de Madrid otorgado por el público. Quique Dacosta, con el restaurante que lleva su nombre en Denia, se alza con el trofeo en cocina creativa dado por los miembros del jurado y Noor, de Paco Morales, en Córdoba, lo obtiene gracias al público. En cuanto a la culinaria extranjera, se llevan el premio Salsa de Chiles el restaurante francés ubicado en Madrid Lafayette y Tripea, que se encuentra en el madrileño Mercado de Vallehermoso. El jurado ha elegido en esta novena edición a Joserra Calvo, del restaurante Mugaritz, en Rentería (Guipúzcoa) como mejor profesional de sala, y el público a Jorge Dávila, de los restaurantes Álbora y A Barra, de Madrid.