Shows On Demand (SOD) es una plataforma que da voz y voto a los seguidores de cualquier artista. Con esta start-up española ha nacido una nueva forma de hacer música ya que permite que un grupo de admiradores se junten para reclamar la presencia de su cantante favorito en su ciudad.
El auge de este tipo de iniciativas surge debido a que ha cambiado el modo de consumo. Ahora es el usuario quién toma el control, sin estar sujeto a las ataduras de la parrilla. Shows On Demand, además de canalizar peticiones, se convierte en promotora y oficina de venta de entradas. Para programar un concierto, basta que un seguidor se registre y haga en Showsondemand.es una petición con el fin de que un grupo o artista actúe en su ciudad para que se ponga en marcha el engranaje. Si suma los suficientes votos, la plataforma contacta con el mánager del músico para cuadrar fechas. Estos espectáculos facturaron en España 232 millones de euros en 2016, un 14,7% más el que el año anterior, según datos de la Asociación de Promotores Musicales.
Según explica Álvaro de Azcárate, director general de Shows On Demand, los votos emitidos sirven de encuesta para saber el grado de interés que suscita un artista en una ciudad determinada. ‘Hagamos conciertos juntos’ es el lema que mueve a SOD, en cuya página se puede proponer a cualquier artista. En ella ya se hallan presentes más de 900 músicos solicitados. “Ahora cualquiera puede conseguir que su grupo favorito toque en su ciudad. En muchas urbes pequeñas, que tradicionalmente han quedado marginadas, hay muchas ganas de hacer cosas. Ofrecemos una herramienta de democratización de los conciertos, de modo que se igualan las oportunidades de escuchar a un artista”.
Este sistema permite atenuar la incertidumbre que supone todo acontecimiento musical para el promotor. A la luz del impacto que tiene en las redes sociales una petición, se puede sopesar la intensidad de las apetencias del público.
Actuaciones a la carta
Estas y otras plataformas intentan que un artista actúe en determinado sitio, pero sin estar obligadas por ningún compromiso a realizarlos. En esto se diferencian del ‘crowdfunding’, un modo de financiación que compromete al solicitante de fondos. Los directivos de SOD prefieren llamar su invento ‘fanfunding’. La movilización de los fans es una palanca para que el artista actúe a la carta, pero todo depende de que esté disponible.
Showsondemand.es vio la luz cuando los vecinos de Cesena (Italia) clamaron unánimemente para que el grupo Foo Fighters tocaran en el pueblo. Unas mil personas se concentraron para hacerlo posible y tocaron uno de los temas de la banda. Por ese motivo surgió Shows On Demand, para satisfacer las aspiraciones de los seguidores de los artistas.
A raíz de la publicación de su último disco, David Otero eligió los ocho primeros conciertos de la gira en virtud de las demandas de sus seguidores. “Puede darse el caso de que las entradas para un concierto se agoten. Con la plataforma, los fans tienen la oportunidad de convencer al artista para que ofrezca otra fecha más o apueste por un recinto de mayor aforo”, apunta De Azcárate.