• La tercera edición de Corporate Transparency Summit pone en valor la importancia de la comunicación total de las organizaciones y la tecnología como vehículo para lograrlo dentro de unos límites

Máxima transparencia, pero con límites. Y saber cuáles son esos límites es la difícil tarea que se va gestando poco a poco en cada sector. En la tercera edición de Corporate Transparency Summit celebrado en el Espacio Fundación Telefónica de Madrid, Luis Enríquez, consejero delegado de Vocento, ha asegurado que «nos estamos volviendo un poco locos con el tema de la transparencia», porque no solo se exige una transparencia profesional, sino también personal. «Parece que queremos que nos gobiernen robots que sean ejemplares, queremos saberlo todo de ellos», ha lamentado el CEO de Vocento.

En su opinión, en los medios de comunicación hay que repensar cuál es su razón de ser, por qué los lectores, clientes y anunciantes te eligieron a ti en un primer momento para posteriormente decidir cuál es la tecnología precisa para llevarlo a cabo. «La tecnología es un valor hasta que se convierte en una esclavitud. Es necesario el equilibrio», ha señalado durante la mesa redonda ‘Economía digital y confianza’ junto a Carina Szpilka, presidenta de Adigital (Asociación Española de la Economía Digital).

La exconsejera delegada de ING en España ha asegurado que la dificultad de la digitalización es que «nos enfrentamos a un constante aprendizaje». Los modelos de negocio se van superponiendo uno a otro: «Cuando crees que tienes un modelo asentado, te tienes que mover a otro». Ha comparado medios de comunicación y banca porque ambos comparten la construcción de sus cuentas de resultados «con atributos distintos a la esencia del servicio que damos a nuestros clientes».

En el congreso organizado por Kreab con la colaboración de Vocento, ha habido espacio también para una mesa redonda en la que se ha abordado la confianza en el caso de las plataformas que ha reunido ponentes de la talla del cofundador de Blablacar, el responsable de Cabify en Europa, el cofundador de Traity y la responsable de impacto social de Playground. Todos han coincidido en que la tecnología ayuda a la transparencia y que las plataformas más innovadoras se basan en confianza.

El consejero delegado de Traity, Juan Cartagena, ha explicado cómo se puede utilizar la reputación como un activo. En su compañía se dedican a permitir que las personas puedan agregar su reputación para «crear un perfil que puedan utilizar en su propio beneficio». Ha destacado lo que han conseguido en Australia, con un plan que permite no tener que pagar la fianza de un alquiler de una vivienda si eres «una persona fiable» en redes sociales y plataformas digitales.

El «agotamiento» del constante cambio

Lo más importante en este proceso, en palabras de Luis Enríquez, es «no olvidar nunca cuál es el bien o servicio que prestas a tus grupos de interés». Y en el caso de los medios de comunicación, no solo es que no se hayan resistido al cambio, «sino que hemos tenido demasiada prisa por cambiar, en buscar soluciones inmediatas». Este constante proceso de reinvención, produce «agotamiento» porque «acabas persiguiendo iniciativas que se demuestran fallidas» con el tiempo. El CEO de Vocento se ha mostrado convencido de que lo que se hizo mal en el pasado es «la distribución gratuita del contenido». Actualmente, la idea debería ser «no buscar el volumen por el volumen, sino conseguir una relación bilateral con el lector». Respecto al famoso ‘periodismo ciudadano’, Enríquez lo ha calificado de «insulto» para los profesionales de las redacciones: «Es como si habláramos de medicina ciudadana o de farmacias ciudadanas», ha destacado durante la mesa redonda.

Credibilidad en una era de algoritmos

Las ‘fake news’ o noticias falsas es un concepto muy de moda. Sin embargo, es tan amplio que Borja Bergareche, director de Innovación Digital de Vocento, ha asegurado que a él no le gusta este término porque «conduce a muchos equívocos». En su opinión, lo que explica los «serios problemas democráticos y filosóficos» es la velocidad y el volumen de la desinformación en la era de los algoritmos. ¿A qué nos referimos con algoritmos? «A Facebook, Google, Amazon… y todas las empresas que han desarrollado estos sistemas en los que un ser humano le dice a un robot que cuando pase A hagan B», explica Bergareche. Es decir, lo que es nuevo es la distribución algorítmica de la información. Es más, aunque tenga apariencia de información, no lo es. «Lo nuestro es el oficio de la información, no es el negocio de la mentira», ha señalado el director de Innovación Digital de Vocento.

Por tanto, lo fundamental es que los medios «seamos capaces de aprovechar las tecnologías relacionadas con Inteligencia Artificial» para «ser lo que somos y servir a los ciudadanos a los que llevamos sirviendo desde hace 150 años y paguen un poquito para conseguir ese periodismo», ha concluido Bergareche en la mesa redonda moderada por Eduardo Madina.