- Bajo el título ‘40 años de democracia’, los expresidentes del gobierno abordaron el pasado, presente y futuro de nuestro país
Vocento promovió ayer una foto para la historia. Con motivo del quince aniversario del grupo, reunió por primera vez en público a los tres expresidentes del Gobierno, Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero en una mesa redonda para conmemorar los 40 años de las primeras elecciones democráticas en España.
Bieito Rubido, director de ABC, y Julián Quirós, director de Las Provincias, moderaron el debate que repasó las cuatro décadas de construcción y transformación de nuestro país. En su presentación, el presidente e Vocento, Santiago Bergareche, destacó el papel del periodismo como pilar sustancial de la democracia española y aseguró que los trece periódicos de Vocento (ABC y 12 regionales) asumen el reto de “liderar la transformación digital sin abandonar los principios deontológicos y editoriales” del periodismo de calidad. “Ningún otro grupo de comunicación en nuestro país goza hoy en día de la capacidad vertebradora e integradora”, señaló destacando la “transversalidad ideológica” de los medios de Vocento, “ejemplo de lo que debe y tiene que ser España”, incidió Bergareche.
Los tres expresidentes reflexionaron fundamentalmente sobre el desafió secesionista en Cataluña –tema que eclipsó el coloquio− al celebrarse el foro el día siguiente de que los grupos independentistas presentaran en el Parlament la Ley del Referéndum para la consulta del 1 de octubre. González, Aznar y Zapatero coincidieron en situar a Cataluña como el principal reto al que se enfrenta el país en estos momentos. Se mostraron en sintonía –hasta el 95%, dijo Aznar− en el diagnóstico de la deriva separatista. “Antes de romperse España se romperá Cataluña”, señaló el expresidente del PP, coincidiendo con los exmandatarios socialistas en su crítica a los independentistas y la quiebra de la convivencia.
González alertó que a lo que están conduciendo las decisiones de la Generalitat no es a la ruptura con España, sino a la división de la sociedad catalana: “Están fracturando su convivencia social interna. La primera fractura es la de los catalanes con los catalanes”. Asimismo, defendió la “nobleza del empeño” por hallar una solución pactada y crear una subcomisión en el Congreso sobre la reforma constitucional.
Zapatero se mostró más escéptico respecto a que la solución del problema dependa de una reforma constitucional: “No hay que poner grandes expectativas en la reforma de la Constitución para resolver el problema”, señaló al apuntar que “más importante es la voluntad política”.
Además del desafío separatista, quienes ocuparon durante tres décadas la segunda magistratura de España hablaron sobre sus años de Gobierno y los 40 años de democracia. Felipe González pidió a los políticos actuales que “no se olviden de la historia” y aseguró que la pregunta que debe hacerse un gobernante es si “contribuyó a dejar un legado mejor”. En su caso destacó la “galopada en la construcción europea y el fortalecimiento de nuestra relación con América Latina”, que reconoció que empezó con Adolfo Suárez. Destacó también dos hitos meritorios: la firma del Tratado de Adhesión de España a la Comunidad Europea (entró en vigor en 1986) y el Tratado de Maastricht, que entró en vigor en 1993.
Para José María Aznar “la Transición no fue un pacto para la generación, sino que también lo fue para todas las generaciones venideras” y recordó que una de las lecciones importantes de aquella época, con aplicación para el presente, es que fue “un esfuerzo colosal de integración”. En cuanto al balance de su legislatura, Aznar señaló que uno de sus objetivos era mejorar la posición de las instituciones españolas en Europa y en el Mundo: “Para ello era necesario que el país asumiera la moneda común desde su entrada en circulación”. El expresidente destacó de su mandato la solvencia: “Yo dejé la deuda española en un 40% sobre el PIB pero desgraciadamente ahora está en el 100%”.
De su legado en particular, José Luis Rodríguez Zapatero destacó en primer término el “combate contra el terrorismo” y el afán por mejorar la seguridad. El expresidente se refirió al terrorismo de ETA como “la herida más dura” pero celebró que hace unos días un alcalde de Rentería de Bildu pidió perdón a las víctimas de ETA. Recordó que su victoria electoral se produjo tras los atentados del 11 de marzo de 2004 y que le tocó “administrar este duelo y afrontar los nuevos desafíos en materia de terrorismo en una sociedad con gran dolor y políticamente dividida”. Zapatero hizo también hincapié a las leyes en materia de libertades individuales, que han convertido a España en un país de referencia en “tolerancia, integración, convivencia” y “pionero en libertades públicas y derechos individuales”.
Entre los asistentes al foro, que se celebró en el Auditoria de Mutua Madrileña, estuvieron numerosas personalidades del mundo empresarial y de la política como Jaime Mayor Oreja, exministro del Interior, Ana Botella, exalcaldesa de Madrid, Albert Rivera, presidente de Ciudadanos, Rosa Conde, exministra portavoz del Gobierno, Andrea Levy, vicesecretaria de Estudios del PP, Ignacio Prendes, vicepresidente del Congreso de los Diputados, Luisa Fernanda Rudi, expresidenta de la Cámara baja, RafaelHernando, portavoz parlamentario del PP o Adolfo Súarez Yllana, hijo del fallecido presidente.